Alcaraz sigue creciendo en la hierba y ya está en semifinales en Queen's

El español comenzó más fresco que el búlgaro, muy seguro en el resto, con el que sorprendió al rival a las primeras de cambio. Una renta que defendió con uñas, dientes, y dejadas, en el cuarto juego, larguísimo porque Dimitrov fue despertando y activando esa muñeca tan ágil para los paralelos.

Tan activo el búlgaro que en el segundo set impuso su calidad y sus galones, muy definitivos sobre todo al resto en el que se enredó un poco el español. Pero las lesiones mermaron esa capacidad estupenda del Dimitrov, ocho veces campeón en el circuito, incluido este mismo torneo en 2014, y le ha costado volver a su nivel.

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No fue Alcaraz el mejor rival para recuperarlo. Sobre todo este Alcaraz que, aun sin Juan Carlos Ferrero en el banquillo, limitó al mínimo las expresiones de alegría y masticó los puntos hasta encontrar el momento clave para soltar la derecha.

Comedido el español, fue poco a poco levantando el ánimo a pesar del 0-3. Con buenos saques y restos a la línea, recuperó la desventaja e impuso entonces su mordiente. Doce ganadores solo con la derecha, 22 en total, por quince errores.

Esa confianza para recuperarse de un marcador en contra, lo llenó de energía también para afrontar las últimas dificultades que le puso Dimitrov. Como ese 15-40 en el octavo juego que solventó el español con dos saques directos. Y con esa euforia, apagó al búlgaro, que cedió su siguiente juego y cerró el español a lo grande.

Crece en hierba Alcaraz, sus primeras semifinales en esta superficie en la que ya está aprendiendo a medir los pasos y la energía. «Me han ayudado los dos partidos anteriores», confesó el español, que se enfrentará el sábado contra Sebastian Korda.