Alcaraz sufre pero gana en su debut sobre la hierba

El cambio de registro de la tierra batida a la hierba es más que evidente. Una pelota que corre mucho más, pocos peloteos, el servicio convertido en el golpe más determinante, el saque y volea como la mejor arma y un resto excelente como la opción casi única de contrarrestar el servicio rival. Alcaraz afronta el tercer torneo en esta superficie en su carrera, además de su primera participación en Queen's, y su objetivo principal es llegar a Wimbledon con un mejor manejo de las pistas londinenses. En caso de salir vencedor de este torneo ATP 500, llegará al tercer Grand Slam de la temporada como número 1 del mundo.

El rival del murciano cambió a lo largo de esta mañana. Arthur Fils, el jugador más prometedor del tenis francés, se vio obligado a retirarse del torneo por lesión. Su lugar fue ocupado por su compatriota Rinderknech, de 27 años y número 83 del ranking ATP. Llegó al encuentro en calidad de 'lucky loser', tras imponerse a Feliciano López y caer derrotado ante Grigor Dimitrov en las rondas previas.

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Laura Marta

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De inicio, no se notó el mayor rodaje de Rinderknech, que llegaba con tres partidos en esta superficie en las piernas. El español, aunque no incomodaba en exceso el servicio del francés, se sentía seguro con su saque. Tras seis juegos, los porcentajes de acierto empezaron a caer y llegaron las opciones de rotura. En un ejercicio de efectividad máxima, Rinderknech materializó las únicas dos bolas de break que tuvo para llevarse el primer set por 6-3.

Tras un inicio esperanzador, Alcaraz iba a remolque. El francés había conseguido descifrar el saque del murciano, pero Carlitos era incapaz de neutralizar el constante saque y volea de Rinderknech. Ni rastro de la sonrisa que tanto le caracteriza, ni de las dejadas que tantos estragos causaron sobre la tierra parisina, puesto que el daño que provocan en hierba es muy inferior. Se encontraba incómodo y con menos fluidez, precisamente lo que reflejaba el marcador.

Con más pena que gloria, el español se mantenía con vida en el segundo set. Pero en el momento más oportuno, apareció el gen competitivo y ganador del segundo mejor tenista del mundo. Con empate a 5 en el electrónico, Alcaraz rompió el saque del francés y se llevó el segundo set (7-5), forzando así el tercer parcial.

Las subidas y los golpes cortados de Rinderknech no hacían tanto daño y las aventuras del murciano hacia la red eran más asiduas y exitosas. Al mismo tiempo que salía el sol sobre la pista central del club londinense, Alcaraz se movía mejor, encontraba golpes ganadores y la sonrisa volvía a asomar en su rostro.

El tercer set, a pesar de las mejores sensaciones de Carlitos, seguía por los mismos derroteros de igualdad e incertidumbre que el resto del encuentro. Para más inri, la victoria se fue a decidir en el tie break. Un globo majestuoso levantó al público inglés y terminó por desesperar a Rinderknech, quien terminó dando su brazo a torcer.

Con grandes dosis de sufrimiento y ante un rival que le ha puesto en serias dificultades, Alcaraz avanza a la siguiente ronda en su proceso de adaptación a la hierba. En los octavos de final le espera el checo Jiri Lehecka, verdugo de Alejandro Davidovich.