Llevaban ya un set exprimido hasta el tie break y disputaban el segundo, pero Grigor Dimitrov no dio muestras de ningún cansancio cuando vio que el marcador podía situarlo uno a uno en sets y llevar el partido al tercero y definitivo parcial. ... Se armó de piernas, paciencia y control y defendió con uñas, dientes y carreras todos los ataques de Pouille, que no dejó de martillear la pelota hacia todas las direcciones y con toda la velocidad posible.
Sin embargo, el búlgaro quería más, quería enfrentarse a Rafa Nadal en los cuartos de final del Abierto de Pekín y logró que ese punto, a todas luces a favor de su rival, subiera a su marcador.
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