El adiós de Arantxa reabre la larga travesía del relevo generacional

Sin embargo, ambas tenistas por encima de la treintena hace tiempo que comenzaron a calibrar la opción de su despedida. La de Arantxa se certificó en la jornada de hoy, la de Conchita parece que, al menos, deberá esperar un año más. 

De cualquier modo, el peso de los años, esos que llevaron a Arantxa y Conchita a abandonar en primer lugar las primeras posiciones en la clasificación de la WTA y posteriormente a dilatar sus victorias se reflejó en el bagaje de la ´Armada´, que buscó con ahínco el relevo generacional, que de momento no llegó.

El tenis español por primera vez desde el 87 no contaba con ninguna representante entre las 20 primeras del mundo, a lo que se añadió la ausencia de españolas en el torneo de ´maestros´, que contrasta con lo sucedido en el torneo masculino, donde por primera vez en la historia la ´Armada´ cuenta con tres representantes por derecho propio.

El bagaje se cierra esta temporada para el tenis femenino con dos únicos títulos conseguidos en Oporto y Estoril por parte de Montolio y Serna, lo que no deja de esconder las limitaciones del tenis español, que llevó al capitán de Copa Federación, Miguel Margets, a depositar su confianza en la ´vieja guardia´.

Los pobres resultados registrados llevaron a que España viese reducido de 12 a siete el número de tenistas entre las cien primeras dentro del ránking mundial y de donde han desaparecido nombres como los de Montolio, Bes o Gala León.

El camino a la renovación se ha visto frenado. En algunos casos el infortunio, en el caso de las lesión de Anabel Medina, después de un inicio de temporada expectante, y en otros el rendimiento por debajo de las expectativas levantadas, donde destacan los nombres de Marta Marrero o María José Martínez, han situado al tenis español en esta encrucijada.

Tras el adiós de Arantxa, Conchita se quedará un año más como la principal referencia de la ´Armada´. La aragonesa es la primera española en la clasificación de la WTA donde ocupa el puesto 35 y que le convierte en la única jugadora nacional dentro de las 50 primeras.