Dolgopolov minimiza a Ferrer

No fue la mejor tarde de Ferrer, irregular como en los encuentros anteriores. El alicantino, campeón la pasada semana en Buenos Aires, se mostró vulnerable y visiblemente alterado, incapaz de entender el juego del imprevisible Dolgopolov. No hay un patrón claro en el ucraniano, un tenista capaz de lo mejor y lo peor. Esta vez fue brillante.

Desde el principio, Ferrer sufrió con su servicio. Le costaba mucho mantenerlo y lo perdió en dos ocasiones durante la primera manga, a remolque siempre. Su orgullo le permitió luchar hasta el final, pero no pudo revertir la situación. Se le esfumó la primera manga y en la segunda empezó de muy mala manera. Estaba condenado.

Ferrer concedió demasiadas facilidades al ucraniano, un rival peligrosísimo cuando tiene el marcador a favor. Mantuvo la compostura en todo momento y alzó los brazos de forma inapelable. Ferrer ya piensa ahora en el cemento de Acapulco.