Río huele a final española

Nadal está cada vez mejor en el torneo brasileño. Después de un inicio titubeante, condicionado por los dolores de espalda que le castigaron en la final de Australia y que, acentuados por un virus gástrico, le impidieron acudir a Buenos Aires la pasada semana, ya se acerca a su nivel. Destrozó en octavos a Albert Montañés y en cuartos a Joao Sousa para alcanzar las semifinales.

Se mide a Pablo Andújar (sobre las 22.30 horas), con quien ya ha jugado en dos ocasiones y a quien conoce muy bien. Nadal está satisfecho porque progresa adecuadamente y porque puede competir bien pese a la adversidad. «Estoy confirmando que sigo evolucionando y eso es lo importante», dijo después del triunfo en cuartos.

Andújar avanza en silencio, clasificado para unas semifinales que refuerzan su confianza. Superó a Tommy Robredo por un doble 6-1 y demostró que está en buen momento. «No vi su partido, pero conozco muy bien su juego. Por el marcador puedo suponer que ha jugado muy bien. Tommy es un jugador muy difícil, y ganar así es algo notable».

Antes jugará David Ferrer, que llega impulsado por su victoria la semana pasada en Buenos Aires. El alicantino, a ráfagas, se cruza con el imprevisible Dolgopolov , un tenista capaz de empeorar en un segundo el golpe más precioso. «Siempre cuando he jugado con él, fueron tres sets, el último en Doha. Siempre fueron buenos partidos. Mañana no va a ser menos. Espero mantener y sobre todo empezar bien desde el inicio, no como hoy», comentó después de eliminar a Bellucci en tres mangas.