copa de maestros
Toni Nadal: «Rafael es un ejemplo por la pasión que le pone»
El tío y entrenador del número uno, Toni Nadal, ensalza en una entrevista con ABC el excelente año de su sobrino
enrique yunta
Cuando Toni Nadal atiende a ABC, recuerda que en unos minutos tiene entrenamiento, pero la sesión se retrasa durante casi una hora porque su sobrino Rafael ha sufrido un accidente doméstico . El número uno del mundo se ha hecho un tajo en el dedo ... índice de la mano izquierda mientras cortaba el pan en el desayuno (coge el cuchillo con la derecha), un incidente sin mayor importancia ya que luego se ejercitó en plenitud y este viernes estará en la sesión nocturna contra Tomas Berdych. Nadal ya está clasificado para las semifinales de la Copa de Maestros y está asegurada la primera posición de la ATP pase lo que pase, premio a un año mágico.
—Se ha dicho de todo sobre Rafael este año, pero usted lo ha vivido más cerca que nadie ¿Cómo lo define?
—Ha sido, sencillamente, un año buenísimo para nosotros, impresionante. Lo hemos dicho muchas veces, pero la verdad es que hemos conseguido mucho más de lo esperado. Y hablo de títulos y sensaciones. Este número uno refrenda una excelente temporada.
«Después de todo lo que ha hecho Rafael, sabía mal no terminar el año como número uno»—¿Qué supone ser número uno?
—Es algo muy especial, sí que lo es. Es verdad que uno no mira el ranking porque lo que realmente quieres es ganar torneos, torneos importantes. No cambias la posición por el US Open o por Roland Garros, tampoco por Indian Wells o Montecarlo. Pero sí que es cierto que terminar como uno en 2013 es la consecuencia de haber jugado muy bien. Y más después de no estar en Australia o en Miami, en donde todavía teníamos problemas. Después de todo lo que ha hecho Rafael, sabía mal no terminar el año como número uno.
—Llegó a estar a 7.560 puntos de Novak Djokovic y ahora le saca 1.420.
—Es que era del todo impensable acabar así. Somos muy conscientes de dónde estamos, mucho. No podíamos imaginar que ganaríamos todo lo que se ha ganado. De hecho, ni siquiera pensábamos en volver a ganar un Grand Slam y al final de año Rafael tiene dos y cinco Masters 1.000. Es mucho.
—¿Recuerda Viña del Mar, el primer torneo?
—Perfectamente. Se hizo final, pero con unas sensaciones muy distintas. Me acuerdo de esa incertidumbre. Y pensaba que iba a ser dificilísimo porque no conseguíamos movernos bien, no había sensaciones. Y en Sao Paulo, pese al título, fue todo más o menos igual.
«La clave para dar el salto fue el triunfo en la final de Acapulco contra Ferrer»—¿Cuándo se da el salto?
—En Acapulco, claramente. Fue decisivo. Rafael, hasta ahí, no había ganado a gente de máximo nivel. Sí a Nalbandian en la final de Brasil, pero ya no era el mismo que el que fue top ten. Y necesitaba ganar a alguien con nombre y lo hizo en semifinales contra Almagro, que fue una buena piedra de toque. Aunque la clave fue el triunfo en la final contra Ferrer. En ese momento vimos que era factible.
—¿Con qué tres momentos se queda?
—Bufff. Me quedo con Viña del Mar, que era volver a las pistas después de tanto tiempo y la sensación encima no fue nada buena. Luego, me quedo con Indian Wells, en donde ganó a Federer, Berdych y Del Potro. Y también con el nivel en Montreal. Pero es que hay muchos, es imposible decidirse. No podemos olvidar Roland Garros, esas semifinales que ganó a Djokovic. Y la final del US Open, en pista dura, también contra Djokovic... ¡Y cómo ganó!
—Siempre lo cuestiona, pero ¿puede decir ya que es su mejor temporada?
—Supongo que sí a nivel de títulos, sí. Pero en 2008 ganó dos grandes y el oro olímpico. Además acabó número uno de forma más clara y ganó tres Masters 1.000. Está ahí ahí.
—¿Da miedo defender todo en 2014?
—No asusta nada. Vaya, nada más de lo que asustaba 2004, 2007 o cualquier otro año. Todo asusta relativamente. El tenis es un deporte de alto riesgo, estás muy cerca del precipicio en todo momento, nunca se vive tranquilo. Ganas y sabes que fácilmente se acaba. Uno puede perder partidos, pero Rafael tiene la ventaja de que cuando uno gana tanto la perspectiva es diferente, buscas cosas más fáciles. Ya no te pones nervioso en según qué situación. Y si sale mal o peor, pues nadie te puede quitar lo que has hecho ya.
«A Rafael le ha movido siempre la necesidad de mejorar y de adaptarse»—¿Le ha sorprendido la capacidad de su sobrino para ser más agresivo?
—Toda su vida se ha movido por la necesidad. Rafael, cuando podía correr, cuando tenía 18 ó 19 años, corría. Ahora va más justo de físico y sabe que ha de ser más agresivo. Lo hace y tiene muy buena capacidad técnica y de decisión. Eso es lo que le ha movido siempre, la necesidad de mejorar y de adaptarse. Y la pasión que le pone, en eso es un ejemplo. Cuando pones pasión es más fácil que las cosas salgan bien. Yo no entiendo la vida sin pasión y él tampoco.
—¿Está para ganar en Londres?
—Es difícil, sobre todo cuando pones el listón tan alto. Es muy complicado. No es nuestra superficie, pero uno esta aquí para luchar. Si hay una posibilidad, lucharemos hasta el final, como siempre.
Toni Nadal: «Rafael es un ejemplo por la pasión que le pone»
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