COPA DE MAESTROS
Copa de Maestros: Djokovic no regala nada
El serbio sufre con Federer (6-4, 6-7 y 6-2) en un partido lleno de fallos, pero suma ya 18 victorias consecutivas y sigue vivo en la lucha por el número uno
Copa de Maestros: Djokovic no regala nada
Novak Djokovic sigue a lo suyo, desatado en este otoño de cemento que tan bien se le da. Después de los éxitos en Pekín, Shanghái y París-Bercy, el serbio ha empezado con buen pie la Copa de Maestros y se ha ... impuesto a Roger Federer por 6-4, 6-7 (2) y 6-2 , un triunfo que le sirve para estirar la racha hasta las 18 tardes con victorias sin fallo y que alimenta su sueño por acabar el curso como número uno. Nadal depende de sí mismo, a un solo triunfo, pero Djokovic quiere que se lo gane él. No regala nada.
La sesión nocturna del martes tenía de todo, horario de máxima audiencia y dos tenistas magníficos frente a frente. Se reencontraban apenas tres días después de la última vez , y el resultado fue el mismo que en París. En la versión 31 de esta preciosa rivalidad, Djokovic impuso su ley, impulsado por el notable estado de forma en el que está. No fue, sin embargo, el choque más bello.
Sí que hubo máxima igualdad desde el intercambio inicial. Aferrados al saque, tanto Djokovic como Federer mantuvieron sus cuatro primeros servicios con autoridad, notables algunos puntos aislados que encendieron al abarrotado O2 londinense. Y ahí, en el noveno juego del primer set, se escribió el desenlace de la pelea. Federer dispuso de una pelota de break y no supo aprovecharla, mientras que Djokovic, en el siguiente juego, quebró para tomar una ventaja que significaba mucho. El serbio jamás ha perdido con el suizo cuando ha ganado el primer set .
Tampoco sería en Londres, tampoco en esta Copa de Maestros de récord para Federer. Es su duodécima participación en esta cita, más que nadie en la historia, y evidencia que está lejos de ser el mejor, por mucho que se empeñe en luchar contra su pasado. Asumida las dificultades para competir en igualdad con las primeras espadas, jugó sin complejos, un todo o nada en cada golpe que finalmente le condenó. Acabó con un sinfín de errores no forzados.
El genio suizo se creció desde la adversidad, lección de orgullo para compensar a las 18.000 gargantas que le animaron sin cesar . Federer es un héroe en Londres, da igual si es Wimbledon o el O2, y la grada es la primera que acepta que el ídolo se está apagando. Pero reaccionó y, aunque antes desperdició una bola de set con 5-4 y saque, niveló la velada al llevarse el tie break . Fueron los momentos más lúcidos del dueño de 17 grandes.
Djokovic, a partir de ese instante, no temblaría más. Le costó un mundo cerrar el pulso, repleto de errores por parte de los dos en esa montaña rusa final, pero gritó como una fiera cuando certificó su victoria. Se intuía un partidazo y lo único que tuvo fue emoción, decepcionante a medida que avanzaba el reloj. El balcánico suma su primer triunfo y, además, conserva la ilusión por el número uno. De todos modos, lo tiene casi perdido porque a Nadal sólo le falta un paso.
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