Betis Baloncesto y Obradoiro, dos muros defensivos frente a frente en San Pablo

Tras los últimos movimientos realizados antes del cierre del mercado, que incrementaron de manera exponencial su potencial, el Obradoiro ha mejorado de forma notable tanto su rendimiento como sus resultados y el valor de su divisa en la bolsa de la Primera FEB, donde esta campaña se reúne mucho 'gallito' con deseo de ascender, se ha disparado hasta cotas imprevistas a finales de diciembre. Entonces, el club gallego le dio un giro de guion a la temporada con la permuta del banquillo cambiando a Gonzalo Rodríguez, que tuvo de asistente al actual entrenador del Insolac Caja 87 (Eloy Ramírez), por Félix Alonso.

Con el preparador leonés, después de perder los dos primeros partidos, el Obradoiro sólo ha cedido en uno de los catorce siguientes, contra el San Pablo Burgos, y además tiene abierta una racha de nueve victorias consecutivas que le han conferido un aura de equipo imparable. Desde que cayera en el Coliseum el 16 de febrero (95-82), le ha ganado al Zamora (93-59), al Oviedo (68-74), al Menorca (83-67), al Ourense (77-85), al Estudiantes (90-73), al Castelló (100-72), al Cantabria (58-85), al Morón (70-99) y al Palencia (77-76). Como puede observarse, ninguno de sus rivales en esta secuencia ha alcanzado los 80 puntos, siendo los 77 del Ourense el tope. Guarismos que proyectan la impermeabilidad defensiva de los santiagueses. Con un promedio de 73,5 puntos en contra, sus rivales aciertan el 52,6% de sus tiros de de dos y apenas el 33,8% de sus triples.

Ninguno de estos registros coge de sorpresa al Betis Baloncesto, que ya sabe cómo se las gasta el Obradoiro. Sus virtudes como bloque compacto, ahora mismo mucho más hermético, las ha sufrido ya en dos ocasiones y con los dos entrenadores que ha tenido esta temporada. El 10 de diciembre perdió en Fontes do Sar (71-67) y el 24 de enero, en la semifinal de la Copa de España en el Coliseum burgalés, de nuevo se estrelló contra el cuadro compostelano (86-71), ya dirigido por Alonso. Fueron dos partidos diferentes, mucho más igualado el primero que el segundo, pero cortados por el mismo patrón en cuanto al flujo ofensivo del Betis: su ataque se secó. Con 67 y 71 puntos anotados, se quedó incluso por debajo del excelente promedio que lucen los gallegos: 73,5. Una media, no obstante, a la que se arrima la abigarrada defensa verdiblanca, nada laxa. El Betis Baloncesto admite 74,8 puntos de sus rivales, amén de un 47,4% en tiros de dos y un 33,4% en triples.

Lo del Betis también es puro hormigón. Y tal vez tenga mucho más mérito en su caso ya que no dispone en la plantilla de ningún jugador que supere los 2,10 metros y le permita, por altura y envergadura, minar su zona pintada. Sus hombres más altos son, de hecho, Álex Suárez y Brooks DeBisschop, con 2,06 metros. Por el contrario, el Obradoiro cuenta con los centímetros de Balvin (2,17) y Brodziansky (2,10). El eslovaco es uno de los fichajes realizados en plena temporada por el Obradoiro para darle una vuelta a su plantilla. Dos de ellos tienen pasado en Sevilla. Balvin no vistió la camiseta del club siendo ya Betis, pero se formó en los escalafones inferiores del entonces Cajasol. Faggiano, en cambio, ejerció las funciones de base titular en el segundo tramo de la pasada temporada y su nombre, como desveló el propio Gonzalo García de Vitoria, fue uno de los barajados por la entidad para reforzar el perímetro antes de hacerse con los servicios de Boris Dallo.

Cómo hacerle daño al Obradoiro en las inmediaciones de su tablero ganando, de paso, la batalla por el rebote será uno de esas variables que el Betis Baloncesto deberá resolver con presteza tanto en la pizarra como en la pista si quiere plantar cara a un equipo de tanta capacidad física, como se demostró en la Copa de España. Desde entonces, el Betis Baloncesto se ha impuesto en once de los doce partidos jugados, con el borrón en la cancha del San Pablo Burgos (87-67). Una dura derrota de la que se ha repuesto ganando, en una secuencia de media docena de triunfos, al Zamora (92-72), al Menorca (78-83), al Ourense (94-89), al Tizona (69-91), al Estudiantes (75-71) y al Cartagena (72-85) en un partido, este último, que encauzó gracias a un primer cuarto modélico en el que sublimó la efectividad en el lanzamiento.

Semejante idilio con el aro rival precisará ante este Monbús Obradoiro que viene como un tiro remontando posiciones y con la perversa idea de asaltar esa cuarta plaza en poder del Betis Baloncesto. Los verdiblancos, a falta de cinco jornadas, mantienen una diferencia de tres victorias sobre los gallegos. Un dato más que subraya la importancia del partido. Será el tercer capítulo de un enfrentamiento del que tal vez haya que seguir escribiendo más páginas esta misma temporada.