Fútbol
Vinicius echa agua al fuego de El Sadar
Liga Santander
El brasileño asistió a Valverde en el 0-1, le anularon dos goles por fuera de juego y llevó el peso del ataque blanco
El 0-2 de Asensio sentenció una victoria que deja al Madrid a cinco del Barcelona, a la espera de lo que hoy hagan los de Xavi contra el Cádiz
Rompen el minuto de silencio en el Osasuna - Real Madrid con un «Vinicius, hijo p...»
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Iniciar sesiónLa historia dice que las visitas del Real Madrid a los campos del norte de España han sido, habitualmente, un bocata de polvorones. En especial, jugar en El Sadar, uno de los estadios de nuestro país dónde más animadversión genera el equipo blanco. Sacar un ... córner en el feudo navarro fue siempre un ejercicio de supervivencia para el estado físico de los jugadores: insultos, escupitajos, tirachinas, mecheros, monedas, botellas, llaveros, petardos -que le pregunten a Buyo-… el repertorio daba montar un bazar y sacarse un dinero extra. Anoche, Modric los botaba acariciándose el cabello.
La ficha del partido
- Osasuna Herrera; Manu Sánchez, David García, Unai García, Moncayola; Torró (Kike García, min.85), Brasanac (Aimar Oroz, min.71); Abde (Barja, min.85), Moi Gómez, Rubén García (Moreno, min.63) y Budimir.
- Real Madrid Courtois; Nacho (Carvajal, min.76), Militao, Rüdiger, Alaba; Camavinga, Modric, Ceballos (Asensio, min.66); Valverde, Vinicius y Rodrygo (Álvaro Rodríguez, min.87).
- Goles 0 - 1, min.78, Valverde. 0 - 2, min.92, Asensio.
- Árbitro Munuera Montero (C.Andaluz). Amonestó a Torró (min.5), Moncayola (min.46), Moi Gómez (min.47) por parte de Osasuna, y a Vinicius (min.47) por parte del Real Madrid.
Son más de uno, de dos y de tres jugadores blancos los que a lo largo de los años se han borrado de ir a El Sadar. Dicen las malas lenguas que Guti era uno de ellos, no así Beckham, que incluso tuvo los bemoles de encararse a un sector de la grada en noviembre de 2003, en uno de esos partidos con electricidad en la grada. Caballero inglés, guapo, buen futbolista y sudor con olor a perfume Chanel. David cumplía el patrón favorito de El Sadar para sacar toda su artillería de artimañas y juego sucio, ese otro fútbol que, en ocasiones, genera una atmósfera entre grada y equipo que logra invisibilizar el superior repertorio técnico del rival.
Hoy, los tiempos han cambiado. Un partido del Madrid en El Sadar sigue siendo una visita al dentista, pero ya con anestesia y sin chinchetas en el respaldo de la silla. La remodelación del estadio navarro lo ha convertido en uno de los más bonitos y modernos de España, pero le ha hecho perder algo del fuego de antaño. Los rivales ya no tienen el aliento de la grada en su nuca. El hábito de apurar la última burbuja espumosa de la cerveza hasta justo el inicio del choque, tampoco ayuda a mantener ese fuego. Hasta Vinicius, objetivo número uno de los francotiradores, le regaló la sudadera del calentamiento a un joven hincha y le firmó la camiseta. No piensen en nada así, ni parecido, en la era del blanco y negro.
Precisamente Vinicius fue el protagonista de unos primeros cuarenta y cinco minutos de pocas ocasiones y llegadas al área, cinco de Osasuna y cuatro del Madrid. La más clara, la del brasileño en el minuto 10. Un error de Moncayola en una acción defensiva propició un mano a mano con Herrera que no acabó en gol de milagro. El disparo de Vini se marchó por línea de fondo tras tocar in extremis la bota del guardameta local.
Sexta amarilla de Vinicius
En la prolongación, un choque entre Moi y el brasileño, tras balón en largo del osasunista, acabó en un calentón, solucionado por Munuera Montero con cartulina para ambos. Es la sexta amarilla de Vinicius en 22 jornadas de Liga. El chiste se cuenta solo. Ancelotti, enfadado, se fue a por el colegiado jiennense para marcar territorio.
Budimir, en el 43, poco antes del jaleo, tuvo la más clara de Osasuna tras un golpeo con su pie izquierdo desde el punto de penalti. Manu Sánchez, el lateral izquierdo, robó el balón a 80 metros de su portería y provocó la mejor ocasión de los suyos. La valentía de este Osasuna de Arrasate es envidiable.
También la insistencia de Vinicius, decisivo en la segunda parte y en el desenlace del partido. En el 52, se mordió el labio tras un gol anulado por claro fuera de juego. Budimir, un minuto después, le respondió con un remate de tacón abortado por los guantes de plomo de Courtois. El brasileño volvía a tener cerca el gol en dos mano a mano con Herrera en los que el guardameta rojillo le ganó la partida, primero con su pierna izquierda y luego con la mano derecha. Entre medias, Moi puso el balón en el palo. El gol estaba al caer, y lo fabricó el que más cemento puso.
En el 78, una buena contra iniciada por Asensio y continuada por Modric, la finalizaron Vini y Valverde. Asistencia del brasileño y remate del uruguayo. En el 89, el brasileño fue el que recibió el regalo, en este caso de otro charrúa, Álvaro Rodríguez. El VAR señaló un fuera de juego milimétrico, pero lo solucionó rápido el Madrid. Asensio, en el 91, mandó el balón a guardar a la red. 0-2 y a la cama a cinco de distancia del Barça. Una visita al dentista menos.
También lo es, con muelas del juicio de por medio, tener la responsabilidad, y el orgullo, de escribir las crónicas del Real Madrid en esta centenaria y legendaria cabecera que es ABC. Bien lo sabe Paco, Hughes para vosotros, respetados lectores, que ha estado diez años cumpliendo esta función de manera brillante. Hay que tener mucha personalidad y talento para ponerse delante de un folio en blanco y escribir 5.000 caracteres, sesenta veces al año y con la guillotina del cierre y del wifi siempre presente, sobre el equipo que más rico ha hecho al gremio de la cardiología. Mi admiración y mis respetos. Que te vaya bonito allá donde vayas a afilar tu Montblanc.
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