El Real Madrid pasa por encima al Valencia

Fue el segundo partido sin Bellingham, cuya convocatoria contra el Sporting de Braga fue más inercia que sentido común. Ningún médico aconseja practicar deporte de élite con una luxación en el hombro. No parece muy lógico hacer junto al resto de compañeros el tramo inicial de los entrenamientos para luego no participar de los partidillos con el fin de evitar golpes, pero sí estar disponible para la competición. Los equipos no juegan contra el Real Madrid para hacer prisioneros. Ni mucho menos, el Valencia.

Brahim, como en Champions, ocupó la punta del rombo, pero los objetivos de las cámaras tenían ayer tenían otros destinos. Carvajal, verbigracia. A los dos minutos, el lateral recibió un balón en el vértice del área y clavó una volea en el palo izquierdo de Mamardashvili. La jugada la inició Kroos, con un cambio de juego de 35 metros 'made in Toni', el control con la derecha de Dani subió al cielo de la cubierta e, inteligente, espero a que bajara y botara dos veces para cuando tiene la altura justa, empalarlo a la red. En el Pizjuán fue con la cabeza y anoche con la izquierda. La gran temporada de Carvajal también es una caja de sorpresas.

Seis minutos después, Kroos estrelló un libre directo en el larguero, y del casi 2-0 se pudo pasar al 1-1 y al 1-2. Como ante el Braga, estaba Lunin. Héroe nuevo en el Bernabéu. En el minuto 10, un giro más disparo de Hugo Duro dentro del área lo detuvo el ucraniano con su pie izquierdo. Parada de balonmano. En el 15, el atacante del Valencia le ganó la espalda a Nacho, y en el mano a mano chutó fuerte, seco y centrado. Estómago y brazo duro de Lunin, que es el guardameta con mejor tanto por ciento de paradas en el campeonato (91%). Lesión y debate en la portería, a Kepa se le acumulan los problemas.

El Valencia no se hizo el harakiri y siguió siendo valiente. Presión alta y defensa cerca de la línea de mediocampo. Abono para Vinicius y Rodrygo, que se dieron un festín de arrancadas y combinaciones. En una de ellas, ambos guisaron y se comieron el 2-0. Los ingredientes los puso Carvajal, con un pase al espacio, con caño incluido a Gayá, para el '11', que desde la derecha asistió a su compatriota para inventarse un gol con el pecho lanzándose en plancha. Los genios siempre tienen un recurso distinto en su cabeza. O dos.

Terminado el descanso, Vini se fue a bailar al palo del córner izquierdo del fondo sur. En el 49, el brasileño recibió en tres cuartos de campo, condujo hasta el balcón del área, no vio en ningún apoyo una mejora de la jugada y apuntó al palo derecho de Mamardashvili. ¡Pum, pum! 3-0.

Solo un minuto después, la camiseta color 'naranja chaleco de carretera' deslumbró al portero georgiano, que en la salida de balón le hizo un regalo a Rodrygo. El brasileño, que está bien educado, le puso el lazo al paquete y luego lo mandó a la red. Cuatro.

Con cuarenta minutos por delante y un Valencia convertido en zumo de naranja (con 166 goles en contra, es el quinto visitante que más goles ha recibido en el Santiago Bernabéu), el desafío estaba en si Vini rompería las tablas entre Levante y Valencia. Con seis goles, ambos son sus víctimas favoritas en Liga. Estuvo cerca en un par de remates, detenidos ambos por Mamardashvili. El georgiano tampoco es Santa Claus. De hecho, es un gran portero que anoche cometió un error grosero. Cosas del fútbol.

Sí que aumentó su estadística Rodrygo, anotando su segundo tanto, el quinto blanco, cuando la parroquia ya desfilaba buscando el metro. Hugo Duro maquilló la manita, en el 88. Era bastante tarde. Atinó cuando su equipo pedía a gritos el pitido final.

Por cierto, sólidoMendy con dos titularidades consecutivas. 83 minutos frente al Braga y 71 frente al Valencia. Si logra no lesionarse cada vez que estornuda, 'Super Glue' para la zona izquierda y desahogo defensivo para que Vini salga descansado a bailar.