Otra épica remontada lleva al Madrid a Wembley

Un agónico doblete de Joselu, en el 88 y el 91, remontaron el tanto de Davies y el equipo blanco volvió a escribir otra página épica europea. El Madrid se cita con el Borussia Dortmund dentro de tres semanas y media en el mítico y renovado Wembley, donde nunca ha jugado el Real Madrid una final de Copa de Europa. Lo hará el 1 de junio de 2024. Sumen la fecha de la final. 1+6+2+0+2+4. Sale 15. ¡Ups!

El 'man of the match' de la primera mitad fue Neuer, decisivo para que su Bayern se fuera al descanso con empate a cero. Vinicius y Rodrygo tardaron solo trece minutos en comprobarlo.

Fue la gran ocasión blanca del primer acto. Carvajal, que estuvo en todos lados, llegó hasta línea de fondo, levantó la cabeza y vio a Vinicius libre de marca. Pase del lateral, con caño a Mazraoui, control del brasileño y latigazo al palo derecho de Neuer, que tocó lo justo para que la madera escupiera el lanzamiento. El rechace fue a parar a la pierna derecha de Rodrygo, que con Neuer en el suelo, se imaginó celebrando el gol antes de marcarlo. Error. El portero germano se rehízo y sacó otra mano de oro para evitar el 1-0.

A diferencia del Allianz, era el Madrid el que llevaba el peso del partido y el Bayern esperaba en campo propio un error blanco o un robo muniqués para salir a correr. Transiciones que sujetó bien el Madrid, más intenso en los duelos que los bávaros, como en el caso de Mendy con Sané. El francés, picado por lo sucedido en la ida, no dejó ni coger aire al germano.

Tuchel tuvo que realizar su primer cambio en el 25, obligado por la lesión muscular de Gnabry, novedad ayer en el once junto a Pavlovic y De Ligt, que está tres peldaños por encima del coreano Min-Jae, que es un pan sin sal.

Del Bayern, solo un disparo desde la frontal de Kane. Voleón del inglés que rozó la cabeza de Nacho y se envenenó hacia el palo izquierdo de Lunin que, por si acaso, metió una mano salvadora. La pelota, seguramente, hubiera salido por línea de fondo. Mejor no adivinarlo.

Por línea de fondo se fue también la tercera gran oportunidad blanca. En el 39, centro de Vinicius, ni Tchouaméni ni Rodrygo llegan al remate y tras botar a un metro de Neuer, el germano vuelve a sacar otro guante decisivo para mandar el balón fuera de la red.

Los primeros veinte minutos de la segunda mitad fueron una exhibición de carrera, regates y jugadas de Vinicius, que ni con tres defensores encima era detenido. Faltó lo mismo que antes del descanso. Definición y puntería. Rodrygo acarició el palo en un remate con la izquierda y Neuer volvió a lucirse ante un libre directo de Goes y un disparo de Vini.

Dominio total del Madrid que se vino abajo en el 68. Golazo de Davies, con su pierna derecha, en la primera transición bávara de todo el partido. Premio a la paciencia el saber sufrir del Bayern, como tantas otras veces le ha pasado al Madrid, pero al Real hay que enterrarlo y quedarse a pasar la noche en el cementerio para darlo por muerto.

Tres minutos después del 0-1 empató, en un gol en propia puerta de De Ligt anulado por Marciniak tras ir a ver la pantalla del VAR. Nacho, en quién tocó la pelota antes de rebotar en el central neerlandés, derribó a Kimmich con un empujoncito que inteligentemente exageró el germano. El fútbol es para listos.

Como listo es Joselu. El partido de su vida a sus 34 años. Intuyó la cantada de Neuer en el 88. Disparo de Vini, no bloca el germano y el gallego llega a tiempo para empujarla a la red. Tres minutos después hizo lo mismo, previa asistencia de Rudiger y suspense del VAR, que corrigió tras dos minutos de incertidumbre el erróneo fuera de juego señalado por el asistente.

Otra remontada y a la final. El Madrid es irracional.