El Real Madrid consuma el fracaso y queda eliminado de la Champions

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D. C. | EP

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Sabía el Real Madrid que afrontaba una auténtica final. Saltaron las jugadores blancas al césped del Di Stefano con el cuchillo entre los dientes y dispuestas a no repetir un inicio parecido al que tuvieron en tierras francesas, con dos goles encajados en cinco minutos. Intención no les falta a las de Toril, pero es el parisino un equipo incómodo para afrontar un partido así. Presionante, sólido, ordenado y con las ideas claras.

Olga Carmona se quiso vestir de heroína, como ya hiciera en la final del Mundial. Y a través la misma jugada que llevó a la selección española a la gloria en Sídney, y que ha convertido en marca registrada. La sevillana recibió la pelota en el balcón izquierdo del área y, sin apenas otear el horizonte, supo dónde pondría el esférico. Para desgracia del Madrid, Carmona se topó con el larguero.

No estaba dispuesto Toril a no ser tachado de valiente. Antes de llegar al minuto 60, el técnico cordobés dispuso sobre el césped todo su arsenal disponible, aunque estuviera lejos de estar en las mejores condiciones. Saltaron al terreno de juego Tolleti, Feller y Linda Caicedo. Las tres regresaban a una convocatoria después de estar lesionadas desde el clásico del pasado 19 de noviembre. Aunque de poco sirvió.

El abismo se acercaba para el Madrid, las piernas de sus futbolistas lo empezaron a notar y el París no lo iba a desaprovechar. Hasta en dos ocasiones salvó milagrosamente Misa el gol de las francesas. Entonces, llegó lo inevitable. Maite Oroz, que llevaba en el campo dos minutos, zancadilleó con un ligero contacto a Hocine y la colegiada señaló penalti. Thiney, con una sangre fría envidiable, lo anotó a lo panenka y firmó la sentencia de muerte del Real Madrid en la Champions League.