Pretemporada de luces y sombras en el Real Madrid

La sombra más evidente es la fragilidad defensiva. Más que los seis goles encajados en los dos últimos partidos, lo más alarmante es la facilidad con la que la zaga madridista concede ocasiones a sus rivales. El primer gol recibido ante la Juventus es el mejor ejemplo de ello. Cuatro pases al primer toque y un rechace sin marca alguna ante la pasividad blanca desembocaron en la celebración de Kean. Aunque el técnico italiano reconoce que no están acostumbrados a tener tal debilidad defensiva, asegura que se trata de «lo más sencillo de mejorar porque es un problema de colocación, concentración y actitud».

Uno de los motivos esgrimidos por Ancelotti para explicarlo es el sistema. El cuerpo técnico madridista se ha alejado de su clásico 4-3-3 para introducir un 4-4-2 con un rombo en la medular. A tenor de lo visto, la nueva formación no ha terminado de convencer a la parroquia blanca. La variación se traduce en mayor dominio de la posesión con un centro del campo más poblado, pero menos 'rock 'n' roll' ofensivo y un repliegue defensivo más endeble.

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Las dos grandes estrellas del Madrid, Vinicius y Bellingham, también deben adaptarse al nuevo sistema. El brasileño brilla donde juegue y su capacidad de generar infinitas ocasiones sigue intacta. Pero su lugar predilecto para ello es la banda izquierda, por lo que si debe centrar su posición, el riesgo de limitar su amenaza es latente. Por su parte, el nuevo ídolo del Bernabéu asombró en los primeros partidos y se apagó en los dos últimos. El inglés llegó con vitola de estrella y basta con verle jugar para no ponerlo en duda. Sin embargo, su demarcación como punta del rombo provoca que reciba en muchas ocasiones la pelota de espaldas y que se vea atrapado por la medular rival. El paso de los partidos confirmará o revocará definitivamente el 4-4-2.

Otro de los grandes debes en la pretemporada blanca ha sido la falta de acierto de cara al gol. Elevado a la máxima potencia en el clásico ante el Barcelona, en el que registró 28 remates y se encontró cinco veces con el poste. El lado positivo que se puede extraer es el gran caudal de ocasiones que ha generado. Sin embargo, la baja capacidad realizadora preocupa más allá de los tantos fallados en suelo americano.

Al Madrid se le han marchado durante este mercado 43 goles, de la mano de Benzema y Asensio, y el único delantero fichado para suplirlos ha sido Joselu. La llegada de Kylian Mbappé solucionaría de un plumazo el déficit anotador del conjunto blanco, pero, si el francés termina provocando la decepción del Bernabéu por tercer verano consecutivo, se antoja una temporada escasa tanto en delanteros como en goles.

Ancelotti puntúa la pretemporada blanca con un seis y se muestra seguro sobre la mejoría: «Está claro que es lo que tenemos que solucionar. Es evidente». Los amistosos no dejan de ser amistosos y el italiano es consciente de ello. Dentro de una semana, el Madrid visitará San Mamés en su debut liguero. Y, entonces, se podrá comprobar si sus deficiencias veraniegas quedan solucionadas o si la campaña 2023-2024 empieza con trabajo por hacer.