93 minutos en 7 partidos, sin ofertas y el Mundial en riesgo: el laberinto (de momento, sin salida) de Rodrygo Goes

Rodrygo ha pasado de ser titular con Ancelotti a una de las últimas opciones de ataque para Xabi Alonso. Los datos están ahí, y hablan por sí mismos. Siete partidos del tolosarra como entrenador del Real Madrid y 93 minutos en total para Goes. Jugó de titular el primer encuentro, en el Mundial de Clubes ante Al-Hilal, siendo sustituido en el 65, y desde entonces no ha vuelto a ser de la partida. Solo 24 minutos más ante el Salzburgo, en la tercera jornada de la fase de grupos, con el partido ya decidido, y mismo contexto frente al Borussia, en cuartos de final, donde solo estuvo sobre el campo 240 segundos. Un papel absolutamente residual, que ni siquiera tuvo en su primera temporada en el Madrid, en la 2019-2020.

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Es, de lejos, el peor momento de Rodrygo como futbolista blanco y, lo que es más desalentador para él, no tiene pinta de que vaya a ir a mejor, sino todo lo contrario cuando Bellingham y Endrick salgan en la enfermería. Ahora mismo, cualquier jugador de ataque del Madrid está por delante de Goes, aunque Xabi Alonso no tenga más remedio que decir lo que dijo ayer en la sala de prensa del Bernabéu. A pregunta de este periódico, el tolosarra estuvo lo más diplomático posible: «No ocurre nada con Rodrygo. El Mundial fue un contexto diferente por la competición que era. Hoy es solo un partido y lo que cuenta es esta temporada. Claro que cuento con él, no hay que hacer una lectura demasiado a futuro. Si dentro de tres meses sigue igual te podré responder con más certeza, pero hoy han sido circunstancias del partido y decisiones mías».

Si hacemos caso a Xabi, y borramos de nuestra memoria el invisible rol del brasileño en el Mundial de Clubes, la realidad de estas primeras dos semanas del curso 25-26 no es muy diferente a la de Estados Unidos. Rodrygo fue suplente en el amistoso en Tirol, y solo jugó 30 minutos en la segunda mitad (en los que hizo un gol, por cierto, que no celebró) y contra Osasuna, en el primer encuentro oficial de la temporada, calentó durante treinta minutos y acabó en el mismo sitio que empezó, sentado en el banquillo.

Le volvió a pasar por la derecha Brahim, titular junto a Vinicius y Mbappé. Luego, con los cambios, Xabi eligió a Mastantuono, que apenas llevaba cuatro entrenamientos, para reemplazar al andaluz. Y cuando mandó a Vinicius a la ducha, a falta de quince minutos, tampoco tuvo hueco en la izquierda. Gonzalo fue el elegido para reemplazar al compatriota de Rodrygo. Si realmente Xabi cuenta con él, lo disimula bastante bien.

Y con este decorado, es ahora Goes el que debe sentarse con su padre y sus agentes, y valorar qué quieren hacer antes de que sea tarde y el mercado estival apague las luces. Es evidente que su valor y su caché ha bajado mucho en el último año. De los 120 millones a los que llegó a ser etiquetado, se ha ido a 90, un 25% menos. Una cifra que incluso ahora mismo parece alta y que, si no cambia el panorama, volverá a bajar más pronto que tarde. Por eso, como ya informó este periódico el pasado 14 de mayo, el Madrid no negocia por menos de 100 kilos. Entiende que debe hacerse fuerte en su posición, pero es una estrategia para en una hipotética venta, sacarle al menos 70-75 millones, una cifra que la que realmente consideran en el club que se acerca en estos momentos al valor real del brasileño.

El problema es que no hay nadie interesado en Rodrygo. No, al menos, oficialmente. Verano intenso de rumores y supuestos coqueteos del Tottenham y del Arsenal, pero nada tangible. El City suena mucho en estos últimos días por la marcha de Grealish y la posible de Savinho, pero ese fuego de Guardiola, que le llevó incluso a hablar con el propio Rodrygo hace 15 meses para convencerle de que en el City sería un jugador indiscutible, no se ha reavivado desde aquel 'no' del brasileño al catalán.

Así que sin ofertas sobre la mesa y sin espacio en el Madrid, el riesgo de quedarse sin Mundial el próximo verano empieza a sobrevolar el futuro de Rodrygo. Es cierto que en Brasil tiene el paraguas de Ancelotti, pero sin minutos le va a ser imposible a Carlo sostener mucho tiempo esa decisión. En Brasil no se va a aceptar que un futbolista suplente sea llevado a una Copa del Mundo con la selección más ganadora del torneo. Así está el laberinto (de momento, sin salida) de Rodrygo Goes.