La servilleta que metió al Real Madrid en el fútbol femenino

Mucho (y mal) se ha hablado y escrito del CD Tacón la mayoría de las veces. Suposiciones sin base real, novelas inventadas y llenas de fantasía… Pero la verdadera historia del club y de cómo sucedió todo, sólo la sabemos de primera mano dos personas: Ana Rossell y yo mismo, cofundadores y propietarios del club. Durante cinco duras temporadas, ambos, codo con codo, sin un solo día de descanso, y a base de mucho esfuerzo, y también de muchas derrotas, nos convertimos en ganadores, dejando para la historia del 'management' deportivo un caso único y posiblemente irrepetible. Y, pese a quien le pese, ese relato forma parte ya de la historia del que está considerado el mejor club del mundo.

¿Cómo empezó todo? Finales de septiembre de 2013. Teníamos claro que el Real Madrid tenía que conocer nuestras ideas y posibilidades para que, al fin, contara con un equipo femenino. ¿Cómo acceder al todopoderoso presidente Florentino? Acudimos a Valdebebas a ver un partido del Castilla. El presidente estaba en el palco y su personal de seguridad, en la entrada, bloqueando todo el acceso hacia él. Como suele pasar con los que no tienen nada que perder y todo por ganar, la osadía fue nuestra mejor aliada. Le dije a Ana: «¿Y si le damos una servilleta con un mensaje?». Zinedine Zidane contó hace unos años que estando sentado en la mesa en una cena de gala en Mónaco, recibió una misiva en una servilleta, en la que Florentino le preguntaba: «¿Quieres venir?». El francés, sorprendido y abrumado, contestó en inglés que sí, y allí mismo empezó a fraguarse uno de los legendarios fichajes del mundo del fútbol.

Pues dicho y hecho, Usaríamos la misma técnica. Cogimos una servilleta y escribimos: «No serás el mejor club del mundo del s.XXI si no tienes femenino. Fichaste al mejor, Zidane, en una servilleta». Nuestros nombres y el teléfono de Ana, completaron el escrito. El problema era cómo hacérselo llegar al señor Pérez. Había que echarle valor y cruzar los dedos. Y ahí fue Ana a dársela a José, el inseparable chófer y guardaespaldas del presidente: «Por favor, le puede dar esto a su jefe». El receptor simplemente sonrió. «Nada que hacer», nos dijimos, «pero al menos lo hemo intentado»

Semanas después, el 31 de octubre recibimos una llamada de la secretaria de José Ángel Sánchez («¿son ustedes los de la servilleta?») para convocarnos a una primera reunión. Allí llevamos una presentación titulada: «11 razones por las que el Real Madrid debe tener equipo femenino». La frase clave para captar la atención de un hombre que lleva la ambición y los negocios en las venas fue «el fútbol femenino puede ser la herramienta definitiva para que la marca Real Madrid se posicione en EE.UU.». El resultado de la reunión no fue el soñado, nos ventilaron con un destemplado «no es el momento».

Entonces pensamos que por qué no hacer lo que les habíamos contado pero sin la marca Real Madrid. Y llamaremos a nuestro equipo TACÓN, acrónimo de las palabras T (trabajo), A (atrevimiento), C (conocimiento), O (organización) y N (notoriedad). Trabajamos todo y más, con un desgaste personal y profesional brutal. Teníamos roles muy diferenciados: Ana, que tenía una imagen impecable, desempeñaba con éxito las relaciones institucionales y el objetivo fue convertirla en una referente. Mi cometido era definir la estrategia e implantarla desde la dirección deportiva, con la misión de percibir el poder oculto de cada situación y diseñar una respuesta adecuada. Además, era el parapeto de todos los golpes. Nos atrevimos con todo, con todos, contra todo y contra todos. Ana seguía siendo futbolista, por lo que conocía el sector a la perfección. Mi experiencia profesional en otros sectores desde el desarrollo de negocio y la estrategia nos permitió tener una mezcla de conocimiento que nos llevó al éxito. Dos personas lo hacíamos todo. Muchas veces era un caos, pero era un caos organizado y había que contar todo lo bueno que hacíamos, estar personalmente en todos los sitios, en todas las batallas… Seis años después, en junio de 2019, el acuerdo con el Real Madrid estaba firmado.

Según la consultora Grand Thorton los impactos de la marca TACÓN en medios la temporada 2018-2019 se cuantificaron en 4,5 millones de euros aproximadamente, la notoriedad que conseguimos fue fundamental. Cinco años después, imparto clases sobre cómo se gestó y se trabajó el caso Tacón, en el Máster de Management deportivo de la UAX Rafa Nadal School of Sport, donde se forman profesionales desde la excelencia académica que transformarán el mundo de la industria del deporte. Mi reto allí es contar que todos los liderazgos genuinos se construyen contra la adversidad. «Lograr aquello que has soñado te hace feliz. Pero, sobre todo, te hace feliz recordar el esfuerzo empleado para lograrlo», dice el gran Rafa Nadal. No le falta razón. Todo empezó con una servilleta.