Valencia 2 - 2 Real Madrid

Empate entre Valencia y Real Madrid y escándalo arbitral en Mestalla

La Liga | Jornada 27

El árbitro Gil Manzano pitó el final del partido justo cuando Brahim le puso un centro a Bellingham que acabó en gol

El tremendo lío en el que se metió GIl Manzano con la última jugada

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En Mestalla, anoche se jugaban dos partidos. En el primero había tres puntos en juego. En el segundo, la reputación del fútbol español. Ambas cosas se conjugaron en el minuto 98 y 40 segundos. Si el año pasado el Valencia-Real Madrid dio la vuelta ... al mundo por los graves insultos racistas a Vinicius, esta temporada lo hará por una polémica decisión de Gil Manzano que evitó la remontada y la victoria blanca.

El árbitro extremeño decidió pitar el final del partido justo cuando Brahim realizaba un centro desde banda derecha que remató dos segundos después Bellingham a la red. Hubiera sido el 2-3, en un partido en el que el Valencia se puso con dos tantos de ventaja, distancia que igualó un doblete de Vinicius, cuyas celebraciones encendieron Mestalla.

Valencia 2 - Real Madrid 2

Jornada 27 de La Liga

  • Valencia Mamardashvili; Foulquier, Mosquera, Diakhaby (Özkacar, min.89), Gayà; Pepelu, Javi Guerra (Amallah, min.73), Canós (Hugo Guillamón, min.57); Fran Pérez (Peter, min.73), Yaremchuk (Diego López, min.57) y Hugo Duro.
  • Real Madrid Lunin; Carvajal, Rüdiger, Tchouaméni, Mendy (Fran García, min.73); Kroos (Modric, min.63), Camavinga (Joselu, min.73), Valverde, Bellingham; Vinicius y Rodrygo (Brahim, min.63).
  • Goles 1-0, min.27, Duro; 2-0, min.30, Yaremchuk; 2-1, min.45+5, Vinícius; 2-2, min.76, Vinícius.
  • Árbitro Gil Manzano (C. Extremeño). Amonestó a Yaremchuk (min.4) y Diakhaby (min.83) por parte del Valencia. Y a Vinícius (min.72), Valverde (min.80) en el Madrid. Amonestó a Joselu y expulsó a Bellingham con el tiempo cumplido por roja directa.
  • Estadio Mestalla, 47.427 espectadores.

Los blancos jugaron de morado, segunda equipación de la pasada temporada. A Gil Manzano no le valía la azul marino de este curso ni tampoco la combinación camiseta negra y pantalón blanco. Llegó tiquismiquis. Mal presagio.

El partido comenzó realmente en el minuto 27, cuando una cadena de errores del Madrid le quitó el tapón a la bañera. Hasta entonces, encuentro sin porterías ni áreas ni uys.

Todo lo agitó Valverde, en un grave error en la salida de balón, continuado por otro de Vinicius en la ayuda defensiva sobre Foulquier, ante el pasotismo de Mendy, un despiste en el segundo palo de Carvajal, al que le tenía cogida la espalda Fran Pérez, y una mala colocación de Lunin. Desubicado, el ucraniano dejó toda la portería libre para que Hugo Duro rematara con la cabeza el disparo en semifallo del canterano ché.

Cien segundos después, y aún con la cabeza en la luna de Valencia, Carvajal le regaló el segundo a Yaremchuk. Incomprensiblemente, y ante la presión alta de los de Baraja, el lateral decidió dar un pase hacia atrás desde la banda en dirección al centro de la defensa. Pase suicida que acabó en asistencia para Yaremchuk, que ante la salida de Lunin le tiró un recorte y remató a portería vacía. Mestalla estallaba.

De repente, el Madrid perdía 2-0 y no sabía ni por dónde soplaba el viento. Como tampoco encontró explicación al 2-1, ya casi en el minuto cinco de la prolongación de la primera mitad. Carvajal y Valverde, dos de los señalados en los goles, fabricaron la jugada por banda derecha que acabó en un centro del lateral que se envenenó tras rozar el costado de Pepelu, Mamardashvili no logra despejar y Vinicius, bajo el espíritu de Raúl González Blanco, estaba donde tenía que estar para empujar el balón a la red. Séptimo tanto del brasileño contra el Valencia, al que más le ha metido en sus seis años en el Madrid.

El brasileño lo celebró cogiendo el balón de la portería mientras retaba a la grada de animación. Luego, ya camino del centro del campo, volvió a girarse hacia la zona más caliente de animación con el brazo derecho arriba y el puño cerrado. Black lives matter.

Ese 2-1 caído del cielo anunciaba una segunda mitad caliente. Y lo fue. Bellingham tuvo en el empate en el 54, tras hacerle un traje a Mosquera, su disparo obtuvo una respuesta brillante de Mamardashvili. Seis minutos después, quién se quedó con la miel en los labios fue el Valencia. Lunin despejó con su piernas un remate a bocajarro de Diego López.

Del carrusel de cambios, el que más impacto tuvo fue Brahim, que antes de darle el tanto del empate a Vinicius estuvo cerca de meterlo él en un disparo con el exterior desde el punto de penalti. Salió rozando el palo izquierdo de Mamardashvili.

Fue un par de minutos antes de ponerle desde la derecha un centro con música a Vinicius, que el brasileño mandó a la red en el 76. Su celebración encendió a Mestalla, que por un rato se había olvidado de él. Primero se señaló el pecho recorriéndose toda la línea de fondo. Luego, al llegar al banquillo, se puso las manos en las orejas, como en su día hacía Riquelme, retando a la afición del Valencia para que le silbara más. Hugo Duro le recriminó el gesto y Modric le decía al delantero que se callara.

Pólvora apagada por la escalofriante lesión de Diakhaby. En una disputa, el cuerpo de Tchouaméni cayó por completo sobre su pierna derecha. Manos a la cabeza de todos los jugadores. Epílogo dramático y polémico, con un penalti señalado por Gil Manzano que le tuvo que corregir el VAR. Nacho sacó limpiamente el balón a Hugo Duro. Luego, vino la jugada del 2-3 interruptus. Bronca, trifulca final y roja directa a Bellingham, que seguramente le costará más de un partido de sanción.

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