Ancelotti esconde su portero: «No voy a decir quién va a jugar»

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Rubén Cañizares

Ronaldo ha elevado el fútbol saudí a una nueva dimensión. Sus hijos y su pareja son muy felices en Riad, y él se siente inmensamente querido. Ahí están sus números con 38 años: máximo goleador mundial (53) de 2023

El nuevo fútbol, ese por el que desde mañana competirán Real Madrid y Atlético, y el jueves Barcelona y Osasuna. Cuarta Supercopa en tierras saudíes, con un derbi para abrir boca: «El Atlético nos hizo daño en el Metropolitano. Creo que podemos sacar una versión mejor del partido de Liga. Será un encuentro competido e igualado», explicó Carletto, que antes de contestar quiso mandar un mensaje de recordatorio a las figuras de Zagallo y Beckenbauer, fallecidos en los últimos días.

Ancelotti, que no quiso decir qué portero jugará mañana, tampoco se quejó del calendario. Confesó que jugar tres veces en 25 días contra el Atlético no es lo que más le gusta, pero entiende que también le pasará lo mismo al equipo colchonero: «Somos dos equipos muy fuertes. La afición disfrutará de tantos derbis».

El italiano, que vuelve a tener a todo su centro del campo al completo, tras la recuperación de Camavinga, valora mover ese doble pivote Kroos-Valverde que tan buen resultado le ha dado. El italiano, feliz del rendimiento del uruguayo, quiso 'picarle': «Valverde es un jugador completo. En el mismo partido, él puede jugar de distintas maneras. Es raro encontrar en el mercado con este perfil y la suerte es que lo tenemos nosotros, pero yo creo que él puede mejorar. Él es humilde, y en cierta manera es bueno ser así. Prefiero un jugador humilde a arrogante, pero a veces tener arrogancia te hace ser más fuerte de carácter».

El propio Valverde habló los medios antes que su entrenador, y recordó aquella famosa patada a Morata, en la final de la Supercopa de 2020, que le supuso una roja en el minuto 115 de la prórroga, pero evitó un gol cantado del Atlético: «Esa fue mi primera Supercopa con el Madrid y fue especial. Claro que volvería a repetir esa acción si eso ayudara a mi equipo. Si vamos perdiendo 3-0 no voy a hacer ese tipo de entradas, nunca le pegaría a un compañero sin sentido, pero aquel día el partido estaba peleado y esa jugada era decisiva porque íbamos empate a cero y quedaban cinco minutos para los penaltis. Si se repitiera esa situación lo volvería a hacer por el equipo. Esos son los valores con los que crecí».