Real Madrid
Kroos, el indispensable
Cuando no juega, su equipo lo acusa. Es el director de juego del Real Madrid, el que marca el tempo del fútbol del conjunto blanco, el que manda en el ataque o duerme el balón si es necesario. Hoy tiene la misión de poner distancias en la Liga
Tomás González-Martín
Ordenado, sereno, es el hombre tranquilo. No se pone nervioso, o no lo demuestra. Cuando juega no se sabe si va ganando o perdiendo. No se inmuta en su forma de proceder en el césped. Kroos señala que juega con ese control mental porque ... piensa que es lo mejor para rendir más. Ponerse nervioso perjudica y tiene experiencia para manejar esas situaciones en los momentos complicados. Es el jefe del fútbol del Real Madrid. Es casi imprescindible. Hoy debe dirigir al equipo blanco para intentar vencer al Espanyol y poner una distancia de dos puntos sobre el Barcelona, que serían tres por la diferencia de goles particular entre los dos aspirantes al título.
El alemán renovó hace un año hasta 2023 y si el club blanco le extiende el contrato más adelante continuará, pero si no surge esa oferta se retirará en el Real Madrid. No quiere bajar ni un escalón del más alto nivel con aventuras en Estados Unidos u otros países
Cuando «Toni», como le llaman, no juega, el esquema de Zidane lo nota demasiado. Todo pasa por la dirección del alemán. El entrenador francés no encontraba el momento de darle algún descanso y aprovechó la visita del Mallorca para dejarle inicialmente en el banquillo. El Real Madrid lo acusó. No tuvo el mando real en el campo hasta que sacó al número ocho en el segundo tiempo, con el 2-0 en el marcador. La virtud de Kroos es que manda en el ataque o duerme el balón según interesa a los suyos. Pone el tempo del encuentro.
Se ha adaptado muy bien al fútbol español y a la vida en Madrid. Sí, es alemán, no sale de noche, no lo necesita. Pero cuando hay una cena nocturna de la plantilla hace piña, acude sin problemas. No vive alejado del grupo . Al revés, está muy integrado, pero mantiene sus costumbres.
Admite que la vida en España le ha relajado desde una visión alemana, pero continúa con su rectitud a la hora de llegar antes de la hora a una cita, personal y profesional, mientras aquí es habitual aparecer diez minutos más tarde. Siente esa dicotomía, es un alemán en España y en su país dicen que se ha hecho más español.
Boxeo y función de padre en el confinamiento
El confinamiento le ha permitido ser «más padre», atender con los deberes a dos de sus tres hijos que estudian en un colegio americano en Madrid. Estudiar en inglés le ya ayudado a profundizar en un idioma que maneja.
Manifiesta que el encierro casero le hizo probar con el boxeo y le gustó. Señala que se le hincharon las manos de tanto pegarle puñetazos a ese «rival» forrado de piel que no habla, ni se queja, y que siempre volvía hacia él, orgulloso, prepotente, después de darle un guantazo tras otro, incansable. Pero enfrente había un alemán, que tampoco cede. Ha sido un bonito duelo el que mantuvieron durante dos meses.
El año pasado extendió su contrato hasta 2023. Tendrá entonces 33 años y ha decidido su futuro: si el Real Madrid le renueva, continuará. Si no lo hace, se retirará. No desea emprender aventuras en Estados Unidos o en otros sitios para estirar el fútbol. Quiere jugar al máximo nivel en el club blanco y no bajará ni un escalón.
Si él rinde, el equipo carbura
Siente la responsabilidad de dirigir al Real Madrid en las siete finales que tiene por delante. Hoy solo vale ganar. Es el momento de marcar distancias con el Barcelona. Controlar en el encuentro depende de sus botas. Y lo sabe. Desde que vino hace seis años se convirtió en el timonel de la nave. Es su misión, un cometido que él se impuso desde el primer día. Todo pasa por sus pies. Cuando el Real Madrid no encuentra el camino o no sabe qué hacer, el lema es dar el balón a alemán, que ya sabrá lo que hacer. Tener un jugador así en un equipo da mucha confianza al grupo.
Suma 37 partidos esta temporada. Ha marcado seis goles y ha dado siete, pero lo más importante es que el fútbol del conjunto se define por su rendimiento. Si él funciona, todo marcha. Si no está bien, porque le vigilan y no le dejan moverse, el sistema de Zidane tiene problemas.
Hoy reaparece como titular al lado de Casemiro y Marcelo. Si el medio centro brasileño no tiene sustituto, la segunda verdad es que tampoco hay otro jugador que sepa hacer el trabajo de Kroos. Cuando no está, Zidane tiene que remover el centro del campo. Ahora toca remover la Liga.
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