'Rahmmanía' a tope en Madrid

El agradecimiento de Jon a sus fieles venía precedido de la gran exhibición de golf que dio en sus 18 hoyos iniciales en el magnífico diseño de Javier Arana. Y eso que en su primera vuelta no anduvo muy acertado con el 'putt' y sólo la pudo acabar con uno bajo par. Pero en la segunda se redimió y selló tres 'birdies' que le permitieron terminar con un total de cuatro menos, a cuatro de la cabeza del torneo. «Ha sido un gran día de golf, estoy muy satisfecho. He jugado muy bien, muy cómodo. Si puedo jugar así de 'tee' a 'green' el resto de la semana y si sigo fino con el 'putter', tendré buenas opciones». Realmente ese fue el único punto en el que medio flojeó, ya que en sus salidas estuvo inmaculado. Y es que cuando el juego largo le respeta, Rahm es casi imbatible. «Este es un recorrido en el que, si le pego bien al 'driver', me voy a dar muchísimas posibilidades de restar golpes. Y hoy lo he hecho muy bien en este aspecto. A ver si para las rondas que quedan lo combino con un buen juego en los tapetes y podemos cuajar una gran semana», soñó el vasco.

Como viene siendo habitual, Jon se desvive por los niños. Sabe que él es quien es porque de pequeño las estrellas le atendieron en Valderrama y ahora les devuelve la moneda. No duda en pasar una hora firmándoles autógrafos cada vez que acaba de jugar. «Me ha sorprendido que hubiera tantos pequeños, cada año vienen más. Para mí es un orgullo que quieran ser golfistas, ya que en mi época lo normal es que aspirásemos a ser futbolistas. Siempre he dicho que uno de mis objetivos cuando me retire es que el golf esté a un nivel más alto que cuando empecé a jugar. Y este es el camino», reconoció encantado.

No había nada más que ver las caras de admiración de los críos cada vez que Rahm reventaba la bola en un tiro largo o 'aprochaba' con delicadeza cerca de las banderas. Es lo que tienen los ídolos, que encandilan a sus seguidores con su talento a poquito que hagan. Y los cinco 'birdies,' con un solo error en todo el día, es algo que ya podrán contar a sus amigos en el colegio el próximo lunes. Igual que la vuelta del catalán Víctor García Broto (-5), el mejor español de la jornada, que aprovechó tener a su compañero de club Eduardo de la Riva en la bolsa.

Los que regresaron al campo después de comer disfrutaron también del francés Pavon, que firmó un (-8) con el que nadie contaba y empezó a soñar con su primer título europeo. Lo que pasa es que le será muy difícil aguantar el tirón cuando por detrás tendrá al 'león de Barrica'.