«Profesionalizar de un día para otro es una vía de subsistencia personal para Javier Lozano»

Lozano, representante de la mayoría de los clubes y que lucha por la supervivencia de una organización que con la entrada de la RFEF en la administración del fútbol sala de élite ha perdido mucho peso, fue muy duro en sus palabras contra ese cambio. Tanto por las formas federativas a la hora de hacerse con el control, como por su manera de gestionar el deporte. Unas críticas a las que desde la Federación han querido responder también a través de ABC.

Lo ha hecho Manuel Sierra, integrante del Comité Nacional de Fútbol Sala de la RFEF y presidente del Servigroup Peñíscola, hoy líder en segunda y uno de los cuatro primeros clubes que abandonaron en 2019 la LNFS. «Más que querer hacer una réplica es que en la entrevista se nos menosprecia sin mucho sentido», explica. «Sin hablar desde el punto de vista de la Federación, pues aunque estemos en ella al fin y al cabo somos un club, hay una serie de afirmaciones que se vierten que las hemos estado peleando y discutiendo durante tiempo y que son excesivamente gratuitas».

«Empezando por lo de reunirnos a escondidas. La primera vez que yo conozco a Rubiales es en el hotel 'Only You', enfrente de Atocha, a las 12 de la mañana. Te puedes imaginar los niños que se hacían fotos con José María García y con Rubiales… A escondidas hubiera sido si lo hubiéramos hecho en un zulo», prosigue el directivo del Peñíscola. «Y eso de que había gente que estaba buscando un salario… En esa reunión estaba José María García, que no creo que necesite ningún salario de nadie de la Federación; estaba Jaén, que su presidente es un empresario de la construcción bastante conocido allí; estaba Burela, que el presidente es un funcionario de alto nivel de la Guardia Civil; y yo soy notario».

«Cuando algo no tiene explicación lógica y se llega a un final hay que buscar explicaciones ilógicas, como es también lo de los odios personales. Llega un momento en el que esto ha tenido un trayecto, un momento, pero la liga se ha desvirtuado. Era un monopolio, estábamos todos los equipos allí, pero cada día hay menos. Pues ya está, ha llegado su punto final. Habrá que buscar fórmula alternativas. Pero no echarle la culpa al mensajero, eso no es justo», argumenta Sierra sobre las palabras de Javier Lozano.

En este punto, ABC trata de profundizar en el rifirrafe entre unos y otros, utilizando como punto de partida la citada reunión con el presidente de la Federación Luis Rubiales, germen de la ruptura, y Manuel Sierra explica los motivos de la misma.

«Nosotros nos reunimos con Rubiales por una serie de temas puntuales que rozaban el delito. Ahí había dos vertientes. La primera, la vía política de plantear una moción de censura o impugnar juntas, una vía que intentamos y no llegamos a ningún sitio. Pedíamos documentación y jamás se nos enseñaba. Yo he llegado a pedir el contrato de televisión, que el 70-80% de los ingresos venían de ahí, y nada. Y claro, si lo pides y no te lo dan y tienes que pedirlo en vía judicial llega un momento que dices oye, que los dueños de este invento somos los clubes. Luego teníamos un convenio que cuando nos reunimos la primera vez llevaba seis años caducado. Había un convenio entre la LNFS y la RFEF que caducó en 2013. Luego teníamos un convenio colectivo que seguimos sin renovar, ahora mismo estamos sin convenio con los trabajadores, con renovaciones tácitas. Así, llega un momento que cuando ya te martillean tanto, lo expones y lo expones pero no llegas a ningún sitio, pues solo te queda la vía judicial. Y las impugnaciones se les van ganando todas pero eso precisa un tiempo y este invento se nos iba al traste. Ante todo eso nosotros queremos saber qué pasa. Al final la reunión es por eso, nada más. ¡Si nosotros después de la reunión fuimos a la LNFS y tardamos un año en salirnos!»

«Por eso digo que estas afirmaciones que vierte Javier son de parte interesada, es un poco buscar supervivencias personales que ya no tienen sentido. De hecho, cuando se pretende profesionalizar yo me opongo, porque con la antigua Ley del Deporte eso te abocaba a ser Sociedad Anónima Deportiva, y eso es inviable en el fútbol sala. Mira la liga ASOBAL el guantazo que se han dado, veremos a ver cuándo 'entran en órbita'», ironiza Sierra sobre unas palabras de Lozano sobre el brillante futuro que tendría el futsal de ser deporte profesional.

«Ahora es cierto que con la nueva ley del deporte no hace falta ser una SAD, pero hay unos requisitos que nosotros no cumplimos ni de broma, ojalá los cumpliéramos. Hace falta un periodo de adaptación, de fortalecer relaciones laborales… perece que todo es esponsorización, alegría, champán, y aquí tenemos nuestras miserias como cualquier deporte. Y esas miserias o las solucionamos antes, teniendo a la gente laboralmente en condiciones, o no vamos a ningún sitio. Y eso requiere un tiempo. Claro, ahora mismo la única vía de escape y de subsistencia personal es intentar profesionalizar de hoy para mañana y esto no es viable», sentencia.

El mandamás del Peñíscola tampoco está de acuerdo con Lozano cuando dice que el fútbol sala ha vuelto a los intereses personales de épocas pretéritas en lugar del interés común representado por su asociación. «A nivel particular, a Peñíscola el último año que estuvo en la LNFS no se le televisó ni un partido. Cero. Y teníamos un sponsor que era RehabMedic y nos lo quitó la LNFS. Entonces este club no puede entender que la LNFS proteja intereses de sus asociados, o por lo menos de Peñíscola».

«Yo entiendo que tiene que haber una asociación profesional, por supuesto. Pero si vamos a un deporte profesional, ¿por qué tiene que ser la LNFS? Sus estatutos actualmente no cumplen absolutamente con nada de la Ley del Deporte, habría que transformarlos enteros. Transparencia cero. Estamos en una época en las que este tipo de entidades tienen una transparencia absoluta, pero podéis ver la web de la LNFS a ver quién encuentra los estatutos, los acuerdos o las cuentas… Por eso yo entiendo que tiene que haber una entidad profesional que aglutine a los clubes, pero de verdad, no una que haga la guerra por su cuenta. ¿Es normal que una entidad que cuando Peñíscola se marchó tenía 2 millones de presupuesto pueda ser una liga profesional? ¡Si la ACB está en los 40-50 millones propios, sin televisión! ¡Ojalá! En mi modesta aportación, en un pueblo pequeñito, intentamos ir profesionalizándonos, pero esto no se hace en dos días. No es viable», agrega.

Sierra es crítico con Lozano, pero tampoco tiene problema en señalar al mismo tiempo las dificultades que atraviesa la Federación en su gestión del fútbol sala. «Es muy lenta, muy muy lenta, infinitamente más de lo que todos pretenderíamos, porque cualquier decisión, mover una silla, cuesta dios y ayuda. Desespera. Muchas veces se escuda en que es una época de tránsito, que han pasado varios presidentes… puede ser, pero a mí no me vale. Si la Federación en su día recogió toda la organización del fútbol sala y demás teníamos que haber tenido el paso listo. Si quieres coger esto teníamos que tener la vía alternativa, no puedes ir creándola. Tampoco puedo defender al cien por cien el modelo federativo tal y como está hoy».

«Lo que sí entiendo es que la LNFS está agotada como tal, y tenemos un sitio: la Federación es ahora mismo quien tiene la organización porque por ley es así. El 30 de junio tendrá la explotación de todos los derechos televisivos al no ser un deporte profesional. Entonces los clubes tendremos que entendernos con ellos. Sin esconder que a veces yo y algún compañero nos revelamos contra el modelo y contra la manera de actuar. Pero las verdades son esas y ahora mismo donde estamos es así. Si te ponen música clásica tienes que bailar música clásica, no puedes bailar rock».

Plantea el presidente de Peñíscola un problema que puede explotar el próximo mes de marzo: «Tenemos un pleito que nos pone la LNFS a una serie de clubes. Hemos reconvenido y pedido la nulidad del convenio de televisión. Estoy convencidísimo de que el contrato que firmó el señor Lozano con la televisión es nulo de pleno derecho, pero bueno, eso lo tiene que decir un juez. Pero el problema no es ese. A nosotros desde la LNFS nos piden casi 800.000 euros por infringir no sé qué historias, porque no hemos infringido nada. Y eso solo tiene dos soluciones: si la LNFS gana, Peñíscola tiene que desaparecer, porque no tiene capacidad económica; si los demandados, ocho o nueve clubes, ganamos, se declara nulo el convenio que firmó el señor Lozano en 2018 y entonces la LNFS no tiene un euro, estaría en quiebra técnica. Y aquí hay un problema, pues la Junta Directiva firmó ese convenio y entonces sus integrantes tienen que responder personalmente, lo dice la ley».

«Están advertidos y readvertidos, pero a pesar de eso yo me reuní con algunos y les dije 'esto el 30 de junio acaba, ya no hay cesión de derechos de ningún tipo, son todos de la RFEF… vamos a sentarnos antes del pleito porque nos vamos a pelear entre hermanos, no tiene sentido'. Yo soy el primer interesado en que no porque nos hemos gastado un dinero en abogados y procuradores, pero bueno, es igual, acabemos con este tema. Porque se va a encarnizar, para unos o para otros, y si al 30 de junio llegamos divididos va a ser un problemón. Cuando escuchas hablar a clubes que confían en los cantos de sirena que les cuentan te dices, 'yo creo que no estáis en el mundo'. La realidad es la que es, nos guste o no».

«Por eso en la entrevista yo lo que veo es el último aliento de una persona que sabe que está a punto de morir, pero da un último tiento que hace daño, y que tampoco nos merecemos. Yo jamás he hablado mal públicamente de Javier y mira que hay cosas que no me gustan de él ni de la LNFS… pero que te llamen golpista, que se hable de un odio personal, de que te has reunido a escondidas… ¡si nada es cierto!», afea Sierra. «Yo intento comprender a todo el mundo, comparta su opinión o no. Entiendo que Javier tiene que defenderse, el habla de un 'juguete' y en realidad se piensa que es el inventor del 'juguete'. Que él tiene mucho mérito, muchísimo… el único problema que tiene Javier es que cuando una persona está mucho tiempo en el poder se desvirtúa. No él, todos. Cuando ya la vida evoluciona, has creado una red clientelar y solo te defienden tus clientes, los demás se ceban en esto… y al final es lo que ha pasado. Pero es que en la vida hay que ir haciendo cambios y quizás ese puente había que haberlo tendido y hablar con la Federación en otros términos y no enfrentarse…»

La división del fútbol sala español ha hecho que este deporte viva uno de sus peores momentos, con apenas visibilidad en televisión, aficionados desencantados e incluso crispados o clubes y técnicos separados según su mayor o menor afinidad con unos y otros. Ha llegado a un punto de no retorno en el que la reconciliación se antoja una tarea titánica.

«La cosa pinta horrorosamente mal, fatal. Vamos cuesta abajo y sin frenos. Yo insisto en que tanto LNFS como RFEF tienen cosas buenas y malas, pero ahora mismo ya no es tema de reconciliar nada. La realidad es la que es y la Federación es quien organiza y es quien, no siendo este un deporte profesional, el 1 de julio tiene los derechos de televisión. Si somos todos medianamente inteligentes y partimos de que esos son los parámetros del juego, tendremos que sentarnos sobre esas bases. Lo que no puede ser es que todavía haya clubes muy importantes de este país que entiendan que van a estudiar si ceden o no los derechos, que eso me lo han dicho a mí», explica Manuel Sierra.

«Los derechos los explotará de forma conjunta y colectiva la Federación, lo que pasa es que si no estamos unidos ¿cómo podremos hacerle frente?. Si unos piensan esto, otros aquello… al final le hacemos daño a este deporte entre todos. La LNFS ha tenido su época, ha organizado en un momento determinado muy bien, salvó al fútbol sala en cierto momento, pero luego se ha desvirtuado. Es algo que hoy por hoy, con esa manera de dirigirse, está obsoleto y amortizado. Que necesitamos un organismo así los clubes es obvio: si vas a la Federación y dentro del Comité hay representantes de jugadores, entrenadores, árbitros y no hay de los clubes. Por supuesto que tenemos que crear nuestra propia asociación, eso está más claro que el agua, pero con unos parámetros diferentes, no con una estructura tipo liga que en mi opinión está totalmente obsoleta».

Al presidente del Peñíscola le sorprende la intención de Javier Lozano de seguir adelante con la LNFS pese a que ya no gestiona la competición de élite y en verano perderá sus ingresos por los derechos televisivos.

«¿Pero con qué objeto? Si a mí me venden una idea razonable y defiende mis intereses y los del colectivo yo voy a ser el primero, pero claro, si no tiene competencias, no tiene nada, ¿en qué me va a defender?. Si fuera una asociación patronal que yo me pudiera sentar a hablar de un convenio colectivo con los trabajadores... puedo entender que va a defender mis intereses y los de mi club, pero claro sin competencias de ningún tipo, sin ingresos de televisión… no sé en qué me puede ayudar a mí o a los clubes».

«Después de llegar a un momento de calentón entre las partes que no te puedes ni imaginar, incluso con insultos y amenazas, hemos vuelto a la educación y la concordia. Ahora estamos tranquilos. Pero si esto no se arregla antes del 1 de julio el problema es que yo escucho de la gente que no está en la LNFS que no ve bien que alguien que nos ha planteado una demanda se siente con él y comparta derechos. Mientras que gente que está en la LNFS dice, 'es que si me obligan a ceder mis derechos por ley yo estoy en las mismas condiciones que tú'. Ahí se va a crear un problema que como no lo solventemos antes el lío de la próxima temporada va a ser fuerte, y es una pena. Y desgraciadamente creo que Javier no está haciendo mucho por evitar esto, todo lo contrario. Está echando gasolina al fuego», zanja.