El prodigioso Lutkenhaus volvió al cole

La explosión de Lutkenhaus es lo más impactante del año en atletismo. En una temporada que está presenciando gestas impresionantes, la irrupción de un chaval de Texas, que se clasificó por los pelos para los Campeonatos Nacionales, está acaparando las conversaciones en las pistas. El mediofondista tejano, que ha corrido los 800 metros en unos espeluznantes 1:42.27, será en septiembre el atleta estadounidense más joven que ha competido jamás en unos Mundiales. La compañía Nike lo lleva en palmitas desde hace dos años y se duda incluso de que termine el bachillerato. Quieren hacerle profesional ya.

Lebron James es, en este caso, la gran comparación que hace la prensa especializada estadounidense. La estrella del baloncesto fue tan precoz que pasó directamente del colegio (High School, en Estados Unidos) a jugar en la NBA. No le dieron la opción de pasar por esa experiencia necesaria, esa maravillosa locura que es el baloncesto universitario. Michael Jordan sí lo hizo, en la Universidad de Carolina del Norte, pero los tiempos han cambiado. El dinero está entrando a saco en el deporte. En el atletismo también. La otra joven estrella, Gout Gout, el 'hijo' de Bolt, ha firmado ya un contrato de 6 millones de dólares con Adidas, a los 17 años y aún en la escuela.

La brutal progresión de Lutkenhaus se resume en apenas tres carreras. En junio corre los 800 metros en 1:46.26 y bate el récord nacional escolar. En julio rebaja ese récord al registrar 1:45.45 en Eugene (Oregon) y, por sólo cinco centésimas, de milagro, consigue la marca mínima (1:45.50) para poder competir contra atletas de categoría sénior en los Trials de Estados Unidos, donde los tres primeros se ganan el billete para los Mundiales de Tokio. Su carrera es impresionante, su recta final es la mejor de todos sus rivales y llega segundo, a punto de vencer, con un crono de… 1:42.27. Recortar tres segundos un récord de 800 metros en una carrera es algo nunca visto.

«Espero que mis profesores de la High School me dejen viajar a los Mundiales de Tokio en septiembre», declaraba Cooper al terminar la carrera, con una sonrisa llena de inocencia. Ayer regresó a clase. A partir de ahora será el chico más popular del instituto y a la vez el más perseguido por los medios. En Estados Unidos estas historias de jóvenes triunfadores gustan especialmente.

Miguel Mostaza, el número uno de los mánagers de atletismo, está asombrado por lo que ha logrado Lutkenhaus. «No me extrañaría que en los Juegos de Los Ángeles este adolescente corra por debajo de 1:40.00. Desde un punto de vista lógico, lo que estamos viendo es de locos, pero es que, si lleva una evolución medianamente lógica en sus entrenamientos pues va a seguir progresando en sus marcas. Es realmente increíble pero lo cierto es que, en otros deportes estamos viendo también cosas de locos. Todo va muy deprisa. ¿Cuándo se ha visto que un mozalbete de poco más de 25 años tenga ya cuatro Tours? ¿O que una china de 12 años gane una medalla en unos Mundiales? ¿O que un adolescente japonés haya corrido los 100 metros en 10.00? ¡Pues es lo que toca, amigos!».

Los entrenadores también están impactados con el atleta de Dallas. «Viendo su progresión, la verdad es que es un caso muy extraño. El año pasado corría en 1:47 y, de golpe, se ha plantado en 1:42, con pocas competiciones. Tiene velocidad, porque su crono en 400 metros es majo, 46.30», explica el técnico Antonio Serrano, preparador de mediofondistas de élite. «Lo que ha hecho hasta ahora es espectacular y hay que ver lo que es capaz de hacer en el futuro. Supongo que irá a Tokio y veremos si es capaz de repetir ese crono que acaba de lograr. A mí incluso me ha sorprendido que lo dejaran competir en los Trials, con los mayores. En realidad, me faltan algunos datos más para opinar, no sé si entrena mucho o no, y a qué intensidad. Ahora le viene lo más difícil, que es mantenerse y progresar. Y todo el mundo le va a observar con mucha atención».

¿Y qué opinan los grandes mitos del 800? Colomán Trabado atiende a ABC desde Río de Janeiro: «Mire, estoy en el país que creó a un talento del 800 como Joaquim Cruz, uno de mis referentes. Respecto a este chico americano, que no conocía nadie, lo que tengo que decir es que o esto es un milagro o tiene el mayor talento que he visto en un ochocentista en mi vida. Lutkenhaus es muy joven y no creo que a estas edades su entrenamiento sea lo exigente que debería ser para hacer la carrera que ha realizado. Habrá que seguirlo muy de cerca. A mí personalmente me recuerda a otro americano de antaño, el gran Dave Wottle, que triunfó en los Juegos de Munich 72».