La valentía de Movistar Inter y el oficio del Palma les valen una cita en semifinales

Aún así Carlos Bartolomé y Bebe protagonizaron las primeras ocasiones de peligro, pero fue el venezolano Carlos Sanz el que inauguró el marcador en el minuto 3 en una rápida transición tras robo. Un mazazo para el equipo madrileño, que multiplicó sus errores en el inicio de la jugada. Tanto que su técnico, Alberto Riquer, se vio forzado a pedir un tiempo muerto.

Funcionó. Inter se centró lo suficiente para recuperar la tensión en sus pases y comenzar a apretar a Jaén. Claro que al equipo de Dani Rodríguez tampoco le incomodaba esperar a los interistas, cortocircuitando así su juego de cuatro, sin pívot. Hasta que en una jugada que llevaron la presión algo más arriba Inter les cazó. Jugadón entre Lucao y Cecilio para que Raya remachara el 1-1.

Igualar llenó de confianza al cuadro madrileño, que no mucho después se puso por delante al aprovechar un penalti sobre Cecilio. Drahovski, con algo de fortuna, se apuntó el tanto. Con ventaja interista de un gol se llegó al descanso porque Raúl Gómez desperdició una clara ocasión para el 3-1 a falta de un segundo.

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Apretaron Jaén y su afición tras el paso por vestuarios pero fue Inter el que movió el marcador. Lucao y Chaguinha lo guisaron para que Raúl Gómez, esta vez sí, se lo comiera. Pero el gol no varió el plan amarillo de buscar con ahínco la portería de Jesús Herrero y así llegó el 3-2, con Carlos Sanz de nuevo como protagonista.

A más igualdad, más tensión. Y así Jaén se metió en bonus de faltas con nueve minutos y medio por jugar. No levantó el pié, pero también se vio obligado a conceder, sucediéndose las ocasiones en ambos arcos y siendo la más clara una de Raya que bien pudo ser el 4-2 pero se topó con la madera.

Inter también llegó al bonus con tres minutos por jugar, lo que abría mucho la recta final del partido. Los acontecimientos se precipitaron. Ni medio minuto tardó Jaén en sacar portero-jugador. Y otro medio minuto después Raya hizo la sexta falta, regalando un doble penalti a los andaluces. Joao Salla, tras unos cuantos intentos de presionarlo por parte de sus rivales interistas, no lo desaprovechó. Y casi de inmediato se dio la vuelta la tortilla, con falta de Carlos Sanz sobre Jesus Herrero y un diez metros esta vez para el conjunto madrileño. Javi Mínguez, inédito hasta ese momento, saltó a la pista para chutarlo pero lo estrelló en el palo.

Más emoción no se podía pedir. Sólo una tanda de penaltis podía poner la guinda a un final de locura, pero Riquer e Inter no querían jugársela y apostaron por el portero jugador. Salió bingo y Carlos Bartolomé selló la victoria madrileña por 4-3 a solo once segundos del final.

En el segundo partido de cuartos de final saltó la sorpresa. O no tanto. Porque el anfitrión, en este caso ElPozo Murcia, volvió a sufrir la maldición de este torneo, que hace ya muchos años no deja levantar el título al conjunto local. Palma Futsal tiró de oficio (3-2) para ganarse el billete a una semifinal contra Movistar Inter.

Más allá de que no ser tarea fácil igualar la montaña rusa emocional del partido anterior, el que disputaron baleares y murcianos tuvo mucho menos brillo, con un juego muy espeso y más físico que calidad, en el que más que dos equipos buscándose las costuras sobre la pista parecía haber dos cabras que se embestían mutuamente.

Y eso que en sus primeros compases el guión prometió. Antes de agotarse el primer minuto en el cronómetro ElPozo se adelantó por medio de David Álvarez. Una polémica recuperación de Gadeia, pues Palma pidió revisión por falta del brasileño, la remachó el internacional español a la red tras una vertiginosa contra.

Visto el resultado y que Palma empezó a asediar la portería de Edu Sousa en busca del empate, los locales fiaron su suerte al contragolpe y tiraron de velocidad a la más mínima oportunidad. La mejor casi la aprovecha Esteban, pero entre Luan y el palo evitaron que la ventaja de ElPozo aumentara. Justo el mismo desenlace que tuvo un peligroso saque de falta de Felipe Valerio no mucho después. La suerte se aliaba con los baleares, que vivos por la falta de puntería local, acabaron igualando a dos minutos para el descanso merced a una bonita jugada personal del incombustible Mario Rivillos.

En la segunda parte, tan enfangada como la primera, Palma se puso por delante gracias a un claro penalti de Edu Sousa sobre Charuto. Fabinho, al lanzamiento, ajustició sin piedad al meta luso. ElPozo por detrás y nervios en el Palacio de los Deportes de Murcia. Pero pronto los disipó Marcel, que tras dos buenas ocasiones logró aprovechar una mala salida de balón del cuadro balear para igualar a puerta vacía. Vuelta a empezar, pero ya con solo nueve minutos por jugar y una novedad: el empate enardeció a las gradas locales, que se sumaron a la escaramuza de la pista.

Con cinco minutos por jugar Josan González, técnico murciano, apostó por el portero-jugador como en el anterior partido había hecho su homólogo del Inter Alberto Riquer, pero solo fue un amago. Palma se sacudió el empuje y de nuevo Rivillos marcó para sentenciar a los locales. Un episodio más de la maldición del anfitrión en este torneo.