Topuria busca doblar su leyenda

Este anuncio es, sin duda, un auténtico bombazo, pues supone que el campeón de la división y número uno libra por libra del mundo (sin importar la categoría de peso), el daguestaní Islam Makhachev, haya tenido que pasar por el aro y abandonar su cinturón para poder conquistar la categoría inmediatamente superior de peso, el wélter (77,1 kilos). El ruso ha perdido la batalla de poder frente a la UFC, pues señaló recientemente que «no» dejaría su título vacante. Finalmente, lo tuvo que hacer y peleará, en una fecha por determinar, contra el australiano Jack Della Maddalena, que reposa como campeón en el wélter. «Makhachev estará subiendo a la división del peso wélter. Ilia Topuria peleará contra Charles Oliveira por el cinturón del peso ligero vacante de la UFC», confirmaba Dana White.

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De este modo, como avanzó ABC MMA, se cumple la promesa dada por la compañía a Topuria, que apuntaba a que pelearía por el título «indiscutido o vacante» (no interino, que solo se utiliza ya cuando hay alguna lesión de un campeón) del peso ligero en la International Fight Week, después del sacrificio hecho por su parte de dejar su título del peso pluma vacante. Eso sí, se escapa, al menos por el momento, el posible enfrentamiento ante Makhachev, que habría sido una de las peleas más grandes de la historia.

Sea como fuere, el hispanogeorgiano podrá así atacar un segundo cinturón dentro de la mayor liga de artes marciales mixtas del mundo, lo que supondrá otro hito histórico para su carrera y para este deporte en nuestro país. Desde que emergiera Topuria como el deportista de moda el año pasado con la conquista del título mundial, esta disciplina no ha parado de ganar adeptos, gracias, en buena parte, a la capacidad de transmitir buenos valores y pensamientos por parte del atleta hispanogeorgiano, que se ha convertido en un fenómeno de masas.

La realidad es que, como avanzamos en estas mismas páginas, todas miradas de los aficionados a las artes marciales mixtas estaban puestas durante la madrugada del pasado domingo en Montreal, Canadá, donde tenía lugar el UFC 315. Más concretamente, en el combate estelar, donde Belal Muhammad ponía en juego, por primera vez, su título de campeón del peso wélter de la UFC ante Jack Della Maddalena.

Si ganaba Belal, la pelea más esperada, el enfrentamiento entre Islam Makhachev (campeón del ligero) e Ilia Topuria (excampeón del pluma) se haría realidad, pues al ser Makhachev amigo personal de Belal y compartir representante, nunca pelearían entre ellos y se tendría que haber quedado con su título defendiéndolo ante Topuria. De lo contrario, se alejaría. Y ocurrió esto último.

El australiano se impuso al estadounidense de origen palestino por decisión unánime, tras una pelea muy trabajada, en la que Belal quiso bregarse en el golpeo, y le salió mal. Della Maddallena se proclamaba así monarca mundial del wélter. Makhachev, campeón del ligero, ya había pedido pista para subir al citado wélter, pero tener allí a Belal le impedía que esto ocurriera, por eso quiso esperar a este pleito antes de aceptar seguir defendiendo su título del ligero.

«El evento principal de este sábado definirá mi próximo paso. Pero independientemente del resultado de esa pelea, ¡no voy a renunciar a mi título de peso ligero! ¡Podríamos encontrarnos con un verdadero contendiente!», apuntó Makhachev el pasado sábado. Pero nada más lejos de la realidad. La UFC ha tirado de galones y, pese a no querer el campeón ruso dejar su título vacante, le han forzado a hacerlo. Ahora, serán Ilia Topuria y el excampeón del peso ligero, el brasileño Charles Oliveira, los que peleen por él.

Sin duda un nuevo reto histórico para Topuria que parte como favorito y, en caso de obtener la victoria, le permitirá convertirse en leyenda.