Quién es Jon Jones, el mejor peleador de la historia de las MMA que dice adiós al deporte

Este pasado sábado, el presidente de la UFC, Dana White, hacía público que el campeón de los pesos pesados se retiraba. Horas más tarde, el propio Jon Jones hizo su anuncio personal en X (antiguo Twitter). «Al cerrar este capítulo de mi vida, espero con ilusión nuevas oportunidades y retos. Las MMA siempre serán parte de mí, y me entusiasma ver cómo puedo seguir contribuyendo al deporte e inspirando a otros de nuevas maneras. Gracias a todos por acompañarme en este increíble viaje. Lo mejor está por venir», finalizaba su comunicado. No obstante, para los recién llegados al deporte, la figura de Jon Jones puede pasar un tanto desapercibida. Entre sus principales logros están: 16 victorias en peleas de campeonato, racha de 20 peleas invictas, doble campeón, el quinto con más triunfos en la historia de la compañía (22) y el campeón más joven de todos los tiempos con tan solo 23 años.

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Y es que hablar de Jon Jones es hablar de un talento natural. Con tan solo seis peleas profesionales, con pleno de victorias y finalizaciones, llegó a la UFC a la corta edad de 21 años. En ese momento nadie lo sabía, pero a los pesos semipesados (205 libras o 92, 9 kilos) había llegado un monstruo. Su comienzo fue como se podría esperar de alguien que iba a dejar huella, con tres victorias consecutivas. En su cuarto pleito, el estadounidense recibió su primera 'derrota'. Fue descalificado por usar unos codazos ilegales sobre su rival, en una pelea que iba ganando. Hoy en día, ese golpe es totalmente legal en la compañía. Esto no le desmotivó, pues sumó otras tres victorias consecutivas y obtuvo la oportunidad titular. En un corto aviso, el joven Jon Jones finalizó a un consolidado Maurício Rua convirtiéndose en el campeón más joven de la historia. Hasta la fecha, nadie ha sido capaz de romper tal récord.

En ese punto comenzó su primer reinado. Ocho defensas logró hacer el de Nueva York entre 2011 y 2015, dejando peleas legendarias como la de Alexander Gustafsson y Daniel Cormier. Hasta este punto, Jones ya había sufrido una detención por estrellar su coche y conducir bajo los efectos del alcohol en 2012. Nada comparado a lo que vendría. Su pelea prevista contra Anthony Johnson fue cancelada debido a un accidente de tráfico. Este no fue un siniestro cualquiera, sino que, el por aquel entonces, monarca del peso semipesado, bajo los efectos de las drogas y el alcohol, hirió a una mujer embarazada y se dio a la fuga. Esto puso un punto y aparte en su carrera. Fue despojado de su cinturón y obtuvo una suspensión de un año. Al regresar contra Ovince St. Preux recuperó su cinturón, pero fue por poco tiempo.

Bones, apodo de Jon Jones, iba a enfrentarse de nuevo contra Daniel Cormier, sin embargo, dos días antes de la pelea dio positivo por sustancias dopantes. Al año regresó, y por fin se pudo dar esa tan ansiada revancha. Aunque Jones volvió a ganar, y esta vez de manera contundente, pocos días después se descubrió que este dio positivo nuevamente en esteroides. Dana White, el presidente de la UFC, decidió catalogar la pelea como un No Contest (resultado nulo), regresar el título a Cormier y suspender de nuevo a Jones. Este perdía su cinturón por segunda vez fuera de la jaula. Regresó, ahora sí, un año después contra Alexander Gustafsson, al cual finalizó. En este segundo reinado acumuló otras tres defensas, incluyendo su tan polémica decisión contra Dominick Reyes.

Después de aquello, Jon Jones se alejó de los octágonos por tres años, en pos de preparar a su cuerpo para un nuevo reto. El que ya estaba posicionado como el mejor de la historia quería seguir sumando argumentos. Ahora trataba de convertirse en doble campeón. Regresó por todo lo alto contra el que prometía ser la revolución de los pesos pesados, Ciryl Gane. En poco más de dos minutos lo finalizó. Jon 'Bones' Jones estaba de vuelta. Por desgracia, fue algo casi puntual. Este quería defender contra Stipe Miocic, pero una lesión en el pectoral lo alejó un año de la jaula. En ese tiempo, surgió un nuevo peso pesado que estaba poniendo a la división patas arriba: Tom Aspinall. Tanto es así que se convirtió en el campeón interino. A pesar de perseguir la pelea contra Jones, este solo volvió, un año después, contra Miocic. El resultado fue un dominio del neoyorquino al que le puso el broche de oro en el tercer asalto.

Luego de eso, las intenciones eran claras. Querían juntar a Jon Jones con Tom Aspinall, en lo que hubiera sido la pelea más grande en la historia de los pesos pesados. Pero tras meses de mareo, los aficionados se quedarán con las ganas de ver ese pleito. A pesar de que, en cierto modo, evitó un último baile, eso no quita su estatus como peleador. Sus numerosos logros lo convierten con diferencia en el peleador más grande en la historia de la disciplina, siendo muy difícil que alguien lo desbanque.