Atletismo
Kipchoge derriba el récord mundial, pero no puede con la barrera de las dos horas
Maratón de Berlín 2022
El Atleta keniano corrió buena parte de la carrera en tiempos que amenazaban ambos objetivos pero no pudo mantener el infernal ritmo en el último parcial
Un récord y un gran premio económico: dos horas por un millón de euros
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Iniciar sesiónLa ciudad de Berlín, marco de algunos de los momentos más trascendentales en la historia moderna de la humanidad, se erigió hace ya tiempo en un escenario fundamental también para las crónicas del atletismo. La capital alemana ha acogido nada menos que los últimos ocho ... récords mundiales de maratón, el más reciente el firmado por Eliud Kipchoge.
El menudo atleta keniano, que domina la prueba estrella de la larga distancia desde hace prácticamente una década, volvió a mutar en gigante para mejorar en medio minuto la anterior marca de la carrera de los 42 kilómetros y 195 metros, que él mismo había marcado cuatro años antes en el mismo decorado. A sus casi 38 años, que cumplirá en los primeros días de noviembre, el de Kapsisiya sumó su cuarto Maratón de Berlín tras los de 2015, 2017 y 2018, igualando al etíope Haile Gebrselassie. Completó el recorrido por sus calles en dos horas, un minuto y nueve segundos, y amenazó por momentos la barrera de las dos horas.
Aunque en la previa de la carrera Kipchoge había descartado atacar tan redonda cifra, señalando que sólo pretendía hacer una buena carrera, las favorables condiciones de la prueba berlinesa, con un recorrido plano y un clima inmejorable en esta época del año, además de los rumores de un excelente estado de forma del doble campeón olímpico, ilusionaron a más de uno.
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Había además un antecedente, pues el keniano ya logró la hazaña en 2019 en Viena, con un tiempo de 1.59:40, pero al hacerlo en una carrera expresamente preparada para ello, con hasta cuarenta liebres que se relevaban cada cinco kilómetros, no fue considerado válido.
En Berlín las expectativas se cumplieron con los primeros tiempos parciales, que mejoraban los marcados por el keniano cuando batió el récord mundial en 2018. Rodeado por tres liebres de confianza, que se vaciaron para arroparlo en su hazaña y le permitieron marcar medias de 2:50 el kilómetro, a los 5 kilómetros Kipchoge ya era 10 segundos más rápido, y a los 10, 28 segundos. Solo los etíopes Guya Adola y Andamlak Belihu aguantaban, y a duras penas. El primero de ellos sucumbió en el kilómetro 15, exhausto por el ritmo endiablado de la cabeza. Belihu declinó en el 25.
En el punto que señalaba la mitad del recorrido, el medio maratón, el tiempo de Kipchoge (59:51) discurría casi un minuto por debajo del de 2018. Una evolución que amenazaba no solo la plusmarca mundial sino también auguraba la caída de la barrera de las dos horas. Pero en las pruebas de fondo el reto es mantener el ritmo y Kipchoge, pese a demostrar una vez más que es un atleta excepcional, también es un ser humano y tuvo que responder a sus límites físicos.
Decae el ritmo
Ya en solitario, sin liebres ni rivales, comenzó a regular su ritmo y las referencias respecto a 2018 fueron encogiendo con sus zancadas. Así, alcanzó el kilómetro 30 con una ventaja más ajustada de 49 segundos, confirmando el cambio de inercia. El paso por el kilómetro 40 hizo patente que la posibilidad de bajar de las dos horas se le escapaba irremediablemente entre los dedos.
Aún contemplando en el reloj del arco de meta que el histórico hito se le iba a resistir una vez más, Kipchoge rompió la cinta con una sonrisa en la cara y festejó con ganas su nuevo récord. Las diferencias con sus rivales dan una idea de su superioridad en la prueba que terminó junto a la Puerta de Brandeburgo: su compatriota Mark Korir fue segundo con un tiempo casi cinco minutos más lento (2.05:58), y el etíope Tadu Abate acabó tercero (en 2.06:28). «Estoy contento con mi preparación y creo que fui muy rápido gracias al trabajo en equipo. Mi acicate es mi familia y el hecho de querer inspirar a los jóvenes. El deporte une a las personas y eso es lo que me motiva. Estoy muy feliz de romper el récord mundial», confió el prodigio keniano a los pocos minutos de cruzar la meta.
Doble campeón olímpico (Río 2016 y Tokio 2020) y ganador de 15 de los 17 maratones que ha disputado, Kipchoge aún no se da por satisfecho y mira ya a sus próximos objetivos, todos enfocados ya a 2023: «Mis piernas y mi cuerpo todavía se sienten jóvenes, aún son capaces de absorber todo el entrenamiento que le dedicó. Pero lo más importante es mi mente, y eso también se ve en plenitud. Aún hay más por dar. Espero que el futuro siga siendo grandioso».
«Soy africano y en África creemos que hay que cazar las piezas de una en una», aseguró sonriendo cuando le preguntaron por la posibilidad de atacar de nuevo la barrera de las dos horas, ahora sin ayudas externas que permitieran validar la marca. «Mejor planeamos ese asunto otro día. Necesito celebrar este récord y darme cuenta de lo que ha sucedido».
La jornada no solo resultó especial para Kipchoge. En categoría femenina la victoria fue para la etíope Tigist Assefa, que firmó en Berlín el tercer mejor tiempo de la historia (2.15:37), únicamente por detrás del récord mundial de Brigid Kosgei logrado en el maratón de Chicago de 2019 (2.14:04) y de la anterior plusmarca mundial, el 2:15:25 conseguido por Paula Radcliffe en el maratón de Londres de 2003.
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