Alemania hace un favor a España

Aunque Navas hiciera horas extra; aunque Neuer fuera un fijo discontinuo en el estadio Al Bayt, la conclusión es que los germanos pudieron incluso perder ante un rival consciente de sus armas y cómodo a la contra. Porque a falta de veinte minutos para el final del tiempo reglamentario Costa Rica ganaba el partido. Una Costa Rica que aguantó un auténtico asedio, pero que pertrechada con cargas de profundidad incluso se imaginó por un momento clasificada.

Y eso que empezó bien el asunto para los de Hansi Flick. Al minuto Keylor Navas ya había calentado los guantes y a los nueve minutos un cabezazo certero y semiacrobático de Gnabry a centro de Raum subía al marcador el primero para Alemania. A Costa Rica le abruma tener el balón; prefiere bregar y esperar la suya, y la Mannschaft quería más. En su inesperada clarividencia, sabía que según lo que sucediera en el España-Japón podía necesitar más goles. El de Morata ante los nipones le dio algo más de tranquilidad, pero más desasosiego transmitía a los teutones la falta de gol. Monopolizaban el balón, sí. Ponían a prueba a Navas, sí. Tanto Muller como Kimmichy y Gnabry, esta vez de rosca, estuvieron a punto de marcar, sí. Pero el marcador no cambiaba.

Costa Rica tenía sus opciones mientras perdiera solo 0-1 y seguía a lo suyo, a defenderse a lo Qatar contra México. Con un matiz, claro: los ticos tenían opciones de clasificarse, como lo dejaron claro cuando Fuller saludó al fin a Neuer en el minuto 41 como prólogo al descanso.

En la reanudación ocurrió lo que Flick temía: Japón empataba a España, lo que dejaba fuera a los alemanes en beneficio de los nipones. Al mismo tiempo, a Costa Rica le bastaba un gol para clasificarse. Tocaba el plan de contingencias: la Manschraft iba a echar mano de Fullkrug, el héroe contra España, cuando Japón marcó el segundo a La Roja. De pronto Alemania necesitaba otros siete tantos para clasificarse… y apear de paso a los de Luis Enrique.

Pero lo que llegó fue la inspiración de Fuller. Aunque Neuer despejó a la primera, Tejeda marcó desde atrás a puerta vacía. Euforia de los ticos si no fuera porque con la victoria japonesa también se quedaban fuera. Un tanto les clasificaba a costa de La Roja y así ocurrió: Vargas marcaba en el 69 en el segundo para adelantar a los ticos, dejar provisionalmente clasificada a Costa Rica… y fuera a España. Tras la tensión por la revisión en el VAR, la validez del gol revolucionó por un momento el fútbol. Costa Rica estaba provisionalmente en octavos y los españoles, en la calle. Saltaba la banca.

Pero al final la banca siempre gana, aunque sea recibiendo favores, Acto seguido Havertz marcaba en un partido caótico para empatar de nuevo y achicar de paso el agua que desbordaba la nave de Luis Enrique. En una noche de locura, cualquier gol en cualquier campo lo cambiaba todo. Todos lo sabían y actuaban en consecuencia.

El resultado, un partido roto; de esos que abominan los entrenadores y adoran los hinchas. Navas evitó con el rostro que Fullkrug marcara y Rudiger se unió al asedio antes de que Havertz y de nuevo Fullkrug sentenciaran el partido: 2-4. Una goleada que no servían para nada y Navas que se marcha de Qatar con once goles en contra. Que nadie se engañe: si Alemania ha caído es porque lo merecía. Lo de España, ya tal.