La seleccionadora Montse Tomé ha dado la cara por primera vez tras la convocatoria del pasado lunes en la que citó a jugadoras en contra de su voluntad. En la previa del partido de mañana ante Suecia, la asturiana ha mantenido que no percibe su ... falta de apoyo. «No siento que las jugadoras no me quieran, no lo he oído de ellas», ha asegurado.
Preguntada por la exclusiva de ABC, que adelanta que sus días como seleccionadora están contados, no ha respondido si siente que tiene garantías de continuar en el cargo más allá del partido ante Suiza, el próximo martes. «Yo tengo confianza en el trabajo, tengo ganas de que se solucione esto y ganas de trabajar», ha contestado evitando pronunciarse sobre su futuro.
Respecto a sus palabras del pasado lunes, cuando reconoció haber hablado con las jugadoras y muchas de ellas lo desmintieron posteriormente, ha argumentado que se trató de un «fallo de interpretación». «Dije que sí porque sí he hablado con ellas. Con todas no. Nadie me preguntó si había hablado con todas. No voy a decir con quienes ni lo que he hablado».
La asturiana ha aseverado que lo que siempre ha tratado ha sido de «proteger, ayudar y entender a las jugadoras». Algo que contrasta con la falta de acuerdo para realizar su convocatoria. «Tengo que ser profesional y sacar una convocatoria, donde elegimos las que para nosotras son las mejores», ha sido su explicación.
Tomé ha recurrido en repetidas ocasiones al beso de Rubiales a Jenni Hermoso en la final del Mundial para eludir la responsabilidad de sus decisiones. «Todas las cosas que han ido sucediendo se escapan de nuestro control», ha concluido.
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