Malestar en Barcelona por la 'rajada' de Gündogan tras el Clásico

Acostumbrado a la exigencia de Guardiola, entrenador con el que el pasado 10 de junio levantó la Champions como capitán del Manchester City, Gündogan puso en duda -sin dar nombres- el compromiso de alguno de sus compañeros. «Me gustaría ver más enfado y decepción. Y esto es parte del problema», aseguró el autor del primer tanto del partido al regresar del vestuario, donde había detectado cierto conformismo a pesar de recibir el gol de la derrota en el minuto 90.

«Vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada después de un partido tan grande, tan importante y de un resultado tan impensable como innecesario. Pero me gustaría ver más enfado, más decepción. Tienen que aflorar más emociones cuando pierdes», aseveró el alemán, que publicó además un mensaje en X (antes, Twitter) en el que convertía sus duras palabras en una dosis de autocrítica: «Necesitamos dar un gran paso adelante y aprender de esto».

Las declaraciones del centrocampista no han sentado bien a una parte de la masa social barcelonista, acostumbrada durante los últimos tiempos a que el equipo no compita en los grandes escenarios. El sábado tras el partido la mayoría de reacciones en redes aplaudían la actitud del veterano futbolista y secundaban cada una de sus palabras. Parte de las miradas, además, apuntaban hacia el banquillo del equipo culé, con un entrenador al que algunas veces se le ha acusado de inexperto y de encubrir con excusas las carencias del equipo.

Es la primera vez en los casi dos años que lleva Xavi como entrenador del Barcelona que un miembro de la plantilla alza la voz contra la actitud del vestuario. Que haya sido precisamente un fichaje veraniego, que lideraba uno de los vestuarios más exigentes del mundo fútbol, es especialmente significativo. «No vine aquí para perder este tipo de partido», denunció ante las cámaras de DAZN.

El resultado fue especialmente cruel para el Barça, que vio como se le escapaba el 1-0 en dos jugadas del flamante fichaje del Real Madrid, Jude Bellingham, que se encuentra en el mejor momento de forma de su carrera. El Barça fue algo superior en la primera parte, donde pudo incluso aumentar más la distancia en el electrónico con un disparo de Fermín al palo y un posible penalti de Tchouameni a Araújo que Gil Manzano no interpretó así.

En la segunda parte el Madrid fue superior, y la dinámica conservadora de los culés terminó por descoser al equipo. Contrariamente a las observaciones de Gündogan, al acabar el partido las cámaras apuntaron al rostro del joven Gavi, que entre lágrimas agradecía al público desplazado a Monjuic todo el apoyo brindado. En las declaraciones después del partido, el tercer capitán del equipo, Ronald Araujo, buscó una explicación táctica al devenir del encuentro: «Hicimos un gran primer tiempo, pero en el segundo no tuvimos la pelota y entramos en la dinámica de ellos.