LaLiga trata de evitar otro bochorno racista en Mestalla

Por eso, LaLiga no se ha tomado este partido como uno más. Desde hace dos meses, y con mucho más intensidad en los últimos días, el ente dirigido por Javier Tebas ha llevado a cabo una labor divulgativa con todas las partes implicadas en este encuentro, lo que incluye a medios y periodistas que están en el día a día del Real Madrid y a los que siguen la actualidad del Valencia. Su objetivo es que haya conciencia y profesionalidad también por parte de los profesionales de la información, no sólo de los clubes y sus hinchadas. Hay mucho en juego. Bastante más que un partido de una Liga con 38 jornadas y 380 encuentros.

De hecho, el propio Valencia admite a ABC que su relación con el medio más partidista de su ciudad, 'Superdeporte', está muy deteriorada desde hace varios años por una forma de proceder que no comparten ni secundan. Y mucho menos cuando en medio hay un tema tan delicado y sensible como el racismo. Y es que el Valencia, como LaLiga, es el primer interesado en evitar imágenes como las que ocurrieron hace diez meses. Desde el club propiedad de Peter Lim se asume la gravedad de lo sucedido en mayo de 2023 (y lo ha pagado a nivel de patrocinios, rompiendo su vinculación con Cazoo y teniendo problemas con Puma), se acentúa haber tomado todas las medidas pertinentes contra los tres aficionados que fueron expulsados del estadio y se argumenta que los graves insultos en la llegada del autobús fueron realizados por ultras que no tienen acceso al estadio de Mestalla.

Por eso, el club ché espera que el sábado reine, en un partido que será fiscalizado con atención por todo el planeta, la tranquilidad que se vive cada fin de semana en su estadio. No quieren más daños reputacionales: «No se deben confundir los pitos a Vinicius con asuntos más graves. Queremos dar ejemplo. Como dijo Baraja, que no se nos acuse de lo que no somos. Valencia adora a todas las razas y nacionalidades», explican fuentes del club a este periódico.

No son solo palabras. Javier Solís, el director corporativo del Valencia, se puso en contacto la pasada semana con Emilio Butragueño para transmitirle el deseo de celebrar un partido de máxima rivalidad, con el habitual ruido competitivo, pero nada más. El Madrid cogió la mano que le tendió el Valencia y le comunicó que no tenían intención ninguna de fomentar odio y crispación, sino todo lo contrario. Tanto en el vestuario del Madrid como en la planta noble son conscientes de lo que supone una visita a Mestalla, pero no van más allá del propio partido en sí. Quieren llevarse los tres puntos y acercarse aún más al título de Liga. Nada más.

Así que si todas las partes piensan colaborar y se van a poner todas las medidas posibles para que no haya un solo incidente que estropee todo el trabajo de estas últimas semanas. Pero, entonces, ¿por qué el Valencia no ha permitido la entrada a su estadio de la productora que lleva un año grabando un documental sobre Vinicius?

La decisión, repensada después de que hubiera un sí, ha causado sorpresa, pero, según pudo saber ABC, ni Vinicius ni el Madrid le dan importancia. 'Conspiraçao Filmes', una reputada productora brasileña fundada en 1991, que tiene en su palmarés premios de bastante prestigio y trabaja con las mejores plataformas, fue contratada por Netflix para elaborar un documental sobre Vinicius que verá la luz el próximo año. Lleva un año de grabaciones, entre ellas una entrevista a Tebas hablando de las medidas que ha tomado LaLiga respecto a la lucha contra el racismo, y acude a cada partido que juega el '7' del Madrid. En esta ocasión, no podrá entrar a Mestalla por petición del Valencia, pese a que LaLiga no tenía inconveniente alguno. «No se está haciendo un documental sobre el racismo o sobre el Valencia, sino sobre Vini. Si el Valencia no quiere imágenes de ellos en Mestalla, nos da igual», detalla el entorno de Vinicius.

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Rubén Cañizares

La productora estará fuera del estadio y dentro no lo hará porque el Valencia entiende que no es pertinente que una cámara esté ajena a lo que sucede en el partido y solo quiera grabar durante los noventa minutos a la grada de animación. Eso no le inspira confianza al club de Mestalla, que entiende que al tratarse de un documental de ficción y entretenimiento se puede distorsionar la realidad con cualquier mínimo gesto que se produzca en esa grada.

Gestos, sonidos y palabras que serán mirados con lupa el sábado desde el mismo momento en el que el autobús del Real Madrid llegue al estadio. En principio, el traslado del equipo cumplirá con su ruta habitual de cada año en Valencia y, salvo cambio de guión, no tendrá un recorrido o entrada diferentes. La normalidad también empieza ahí.