Francia, sin piedad contra el «acto de brutalidad» de Paulo Fonseca: nueve meses de suspensión para el luso

El entrenador portugués, que no podrá volver a sentarse en su banquillo hasta el 30 de noviembre, perdió completamente los papeles al término del partido que su equipo le ganó 2-1 al Brest el domingo, correspondiente a la jornada 24 de la 'Ligue1' francesa.

Fonseca resultó expulsado por el colegiado por sus encendidas protestas en el tiempo añadido, y en el cara a cara con Benoit Millot perdió la calma hasta el punto de amenazarle físicamente colocando su frente prácticamente pegada a la del colegiado. El técnico tuvo que ser frenado por algunos de sus jugadores y compañeros del cuerpo técnico para evitar que la situación fuera a más.

Ya en frío y dándose cuenta de su error, Fonseca se mostró arrepentido ante los medios: «Quería pedir perdón por ese gesto. No debería haber hecho eso, pero el fútbol... tal vez nos lleva a actuar de maneras que no siempre son correctas. Es la verdad», se sinceró ante los micrófonos de DAZN.

Por su parte el árbitro se refirió a una «intimidación física» por parte del luso en una entrevista con el diario 'L'Equipe'. «Se lanzó hacia mí con un comportamiento intimidante y agresivo, lo que me llevó a decidir una expulsión directa», explicó Millot, sorprendido por el hecho de que el entrenador del Lyon se comportara así cuando iba a tomar una decisión favorable para el conjunto del portugués.

Lógicamente el sindicato de árbitros de fútbol de élite en Francia (SAFE), se puso inmediatamente del lado de Millot, denunciando en un comunicado oficial que se había producido «un acto de brutalidad contra un árbitro», y pidiendo un castigo «a la altura de ese acto de una gravedad extrema».

El duro castigo a Fonseca sigue la línea de la suspensión de 15 partidos emitida hace apenas una semana contra el presidente del Olympique de Marsella, el español Pablo Longoria, por hablar de «corrupción» arbitral tras la derrota de su equipo (3-0) frente al Auxerre.