Una final para jugar con calculadora: en qué puesto conviene quedar para tener un buen sorteo

«El nuevo formato está dando claramente en el clavo», se vanagloriaba ayer la UEFA. Y habrá que concederle al menos este acierto. Qué diferencia con la fase de grupos del sistema anterior, a la que muchos llegaban ya con los deberes hechos y la tensión baja. Hoy, salvo dos alumnos aplicados (Liverpool y Barcelona), el resto tendrá que remar hasta el último metro.

En estas cuentas no entra el Girona, que se medirá al Arsenal sabiendo que su primera andadura en la máxima competición continental termina aquí. Lo hace, de momento, con una única victoria en su casillero (ante el Slovan de Bratislava) y convertido en uno de los nueve equipos que no se juegan nada. Pero lo que ocurra sí afecta al resto de clubes españoles. El Real Madrid es el que más cuentas tiene que echar. Los resultados de la jornada pasada lo dejaron en una situación comprometida: clasificado para dieciseisavos como cabeza de serie, pero condenado a un duelo de octavos ante uno de los dos primeros clasificados (Liverpool o Barça, en este momento). De su desempeño contra el Brest depende que cambie esa situación. Aún tiene una mínima opción de colarse entre los ocho primeros (menos del 3%, según datos de Opta), pero para ello necesita una cadena de resultados que incluye, entre otros, que Atalanta, Lille, Feyenoord, Aston Villa, Mónaco, Bayern Múnich y Borussia Dortmund no ganen sus respectivos partidos.

La victoria sí permitiría al Madrid, con seguridad, escapar de esos puestos calientes del 'play-in' y acometer un cruce de octavos más amable. Aunque, por contra, el peligro podría llegar en dieciseisavos, donde PSG y City, de clasificarse, no parecen optar a un puesto mucho más allá del vigésimo.

Estos dos favoritos son los que más se juegan, en realidad. Su irregularidad en los siete encuentros anteriores los ha llevado a una situación límite. Los de Luis Enrique salieron vencedores en el choque entre ambos de la pasada jornada y, gracias a eso, tomaron un poco de aire. Pero si fallan en su visita a Stuttgart y el Manchester City gana al Brujas en el Etihad, estarán fuera. Lo mismo ocurrirá con los de Guardiola si se dan los resultados opuestos. Sería un batacazo de dimensiones considerables para dos de los clubes con mayor presupuesto de toda Europa.

Respecto al Atlético, y pese a las buenas sensaciones de las últimas jornadas, su clasificación directa para octavos pasa por ganar a un Salzburgo ya eliminado. De no hacerlo -o ni siquiera empatar-, se encontraría en una situación muy parecida a la del Real Madrid, con la posibilidad de una eliminatoria terrorífica en dieciseisavos, aunque con el factor campo favorable.

En caso de vencer, lo más probable es que los colchoneros consoliden el quinto puesto que ocupan en la actualidad. Entonces entraría en la ecuación de futuro un posible derbi en octavos ante el Madrid, siempre que el conjunto blanco supere al Brest y que el resto de resultados siga una cierta normalidad. Demasiadas conjeturas.

Por último, el Barcelona aspira al título honorífico de convertirse en el campeón de esta Fase Liga, aunque para ello debe ganar al Atalanta y esperar un tropiezo del Liverpool en Eindhoven. Los 'reds' son el único equipo que ha conseguido llegar a esta última jornada con pleno de victorias.

«El nuevo sistema se gestó durante seis años, con varios modelos matemáticos, algoritmos y una minuciosa planificación para hacerlo lo más entretenido posible», ensalza la UEFA, feliz también porque esta Fase Liga haya superado el que hasta ahora era el mayor promedio anotador de la competición, con 3,2 tantos por partido. Ante una etapa final tan igualada, la diferencia de goles de cada equipo será uno de los factores más determinantes.