El Barça aprende a soñar en la Champions

Y la noche, de entrada, pareció sensible a los presagios y Fermín dibujó una asistencia de alta fidelidad contra la espalda de la defensa bávara que Raphinha aprovechó encarando y sorteando a Neuer para adelantar a su equipo dentro del primer minuto de juego. Euforia en la grada, el Barça presentaba después de tantos años otra vez sus credenciales a la élite del fútbol mundial.

Pero no se rindieron los alemanes y el Barça empezó a topar dramáticamente con sus limitaciones. Más posesión -esa palabra- visitante, los de Flick dejaron de divertirse tanto y los germanos, como siempre y para lo que sea, hacían muy bien hecho su trabajo. Harry Kane recordó que la eficacia, aunque a veces aburrida, es un concepto crucial y empató de cabeza en el minuto 9, aunque el VAR anuló el gol por fuera de juego.

Lamine Yamal no comparecía y no existía el medio campo local. El Bayern pese a ir perdiendo tenía más el partido donde quería y el Barça no tenía el balón y lo necesitaba, y no salía de su campo. Cada vez que Iñaki Peña era requerido para dar un paso hacia delante, lo daba hacia atrás. Asedio de los alemanes que lo intentaban una y otra vez, sin alardes pero sin desmayo, y al final Harry Kane volvió a empatar y esta vez el gol subió al marcador. Gran personalidad del Bayern, problemas para el Barça para plasmar su idea futbolística hasta el minuto 20, con la primera posesión larga en campo contrario. Lamine Yamal despertó con un par de detalles de mucha calidad pero de poca trascendencia. El Barça empezó a parecer no tan ahogado. Pésimo Neuer con los pies, errores que cuando era joven no los cometía. No sólo Ter Stegen tiene que pensar en retirarse. Lewandowski no desaprovechó la mejoría para volver a adelantar a su equipo rematando una rocambolesca y meritoria asistencia de Fermín. Fue de equipo maduro y serio ser capaz de levantar el ánimo y el juego contra la maquinaria alemana.

El Bayern continuó a lo suyo y el Barça volvió a sufrir para defenderse, pero sin fortuna, y al filo del descanso Casadó -como el mejor Koeman- conectó una estratosférica asistencia a 50 metros con Raphinha, que marcó su segundo gol de la noche de una prodigiosa parábola. El Barça supo sufrir y aprovechó lo que tuvo. Con un juego desigual, es cierto, pero con el indiscutible logro de ir ganando 3 a 1 al Bayern.

La segunda parte empezó con el Bayern igual de aplicado y con el Barça dispuesto a ir a por el cuarto, lo que parecía más probable que el empate. Ganar al Bayern en la Champions era afirmarse de un modo mucho más significativo que andar desplumando a segundones en La Liga y los de Flick controlaban la noche aunque los visitantes lo continuaban intentando con una disciplina admirable pero sin resultado. Y efectivamente en el 56, como se veía venir hacía rato, la retórica alemana palideció ante una extraordinaria asistencia de Lamine Yamal que definió majestuosamente Raphinha firmando un memorable hat-trick en la noche más importante de lo que llevamos de temporada. De Jong entró por Fermín López y Dani Olmo tuvo sus quince minutos. Ovación de salida para Raphinha, quién iba a decir hace un año que Montjuic iba a hacerle reverencias.

El Bayern dominó, el Barça hirió. El Bayern ahogó, el Barça apuñaló. Brillante noche del equipo de Flick, responsable en su imperfección y apabullante en sus méritos. Han tenido que pasar nueve años para que este equipo haya vuelto a aprender a soñar en la Champions.