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Francia expulsa a Anelka del Mundial
«Vete a tomar por el culo, sucio hijo de puta», espetó el jugador a Domenech durante el descanso del Francia-México
FERNANDO ITURRIBARRIA
"Vete a tomar por el culo, sucio hijo de puta", le dijo el delantero francés Nicolas Anelka a su seleccionador, Raymond Domenech, en el descanso del partido entre Francia y México del pasado jueves, según informaron los enviados especiales del diario galo "L'Équipe".
Nicolas Anelka abandonó la concentración de la selección francesa en Sudáfrica tras ser expulsado del Mundial por las autoridades federativas galas por haber insultado gravemente al seleccionador nacional, Raymond Domenech. El jugador aceptó la decisión pero desmintió haber dicho al técnico en el descanso del partido perdido el jueves contra México (0-2) “vete a tomar por culo, sucio hijo de puta”, como publicó ayer en portada el diario deportivo ‘L’Equipe’.
En un comunicado oficial, la Federación Francesa de Fútbol explicó que el jugador se negó a presentar las disculpas públicas que le exigió su presidente, Jean-Pierre Escalettes, en presencia del capitán, Patrice Evra, y a lamentar sus palabras ante Domenech. El delantero del Chelsea puntualizó que no pronunció las palabras que le atribuye la prensa pero admitió que mantuvo una discusión alterada con el seleccionador que “se desarrolló en el secreto del vestuario, entre el ‘míster’ y yo, ante mis compañeros y el cuadro técnico”.
La bomba informativa saltó por la mañana cuando ‘L’Equipe’ publicó entrecomillado a toda plana el insulto que hasta el presidente francés, Nicolas Sarkozy, desde San Peterburgo calificó de “inaceptable, si se confirma”.
Según el relato de los enviados especiales a Sudáfrica del rotativo, Domenech no tenía previsto sustituir a Anelka en el descanso al que se llegó con empate a cero. Simplemente le reprochó al llegar al vestuario que no permaneciera más cerca del área en lugar de descolgarse a zonas lejanas de la portería rival. Lo hizo en el vestuario con tono firme y molesto, pero educado.
El jugador discutió, el seleccionador le amenazó con cambiarle y entonces profirió las graves palabras que ayer llenaron de consternación los círculos futbolísticos y deportivos de Francia. “Vale, sales”, zanjó el técnico que ordenó calentar a André-Pierre Gignac como sustituto.
Acabado el partido con la humillante derrota ante México, Anelka abandonó los vestuarios del estadio Peter-Mokaba con “una dosis de provocación en su actitud” y con “una sonrisa generosa, una pizca burlona, muy claramente pasotista”, asegura ‘L’Equipe’. Por su parte, el defensa William Gallas enseñó el tercer dedo de la mano sin dirigirle la palabra al periodista de la televisión francesa que deseaba recoger su opinión en la zona mixta.
En el mismo reportaje, titulado ‘Insultos, sonrisas burlonas y consternación’, sus autores describen una significativa escena registrada en esa área donde los periodistas pueden contactar con los jugadores. Yoann Gourcuff, apartado del once titular por las presiones de Franck Ribéry y Anelka, atiende a los reporteros cuando ve acercarse al centrocampista del Bayern de Munich. “Evita cruzar su mirada y se pega un poco más a la barrera para dejarle pasar como el primero de la clase deja sitio al cabecilla del colegio para que no le dé una colleja”.
En un editorial, el diario deportivo exige que Anelka no vuelva a vestir nunca más la camiseta ‘bleu’, acusa a Ribéry de actuar como el capo que reclamó la cabeza del defenestrado Gourcuff y culpa a Domenech de la instauración de un clima nauseabundo en la selección. “Arrogante, incapaz de marca su autoridad ante sus jugadores, obsesionado por la idea de aislar su equipo y de combatir a la prensa -enemigos fantasma-, se ha empeñado con una constancia notable en presentar una imagen lamentable de la selección de Francia”, sentencia.
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