Agridulce despedida de Mbappé en el Parque de los Príncipes: entre la leyenda y la traición

El resultado era anecdótico, porque el equipo que dirige Luis Enrique ya tenía la liga francesa en el banquillo, pero deslució el adiós de la superestrella del PSG a su estadio y su afición. Capitán ante la ausencia del brasileño Marquinhos, Mbappé marcó su gol 256 en siete temporadas en la capital. Fue pronto, en el minuto 8, y al más puro estilo Mbappé, aprovechando su velocidad tras pase del arquero español Arnau Tenas.

Un gol al que respondió el Toulouse, que marcó en tres ocasiones, por medio de Thijs Dallinga (13), Yann Gboho (68) y Frank Magri (90+4) para acabar ganando el partido a domicilio.

Mbappé pudo haber firmado el doblete, pero su disparo a centro de Carlos Soler rozó el palo (57).

Cuando saltó al calentamiento previo, el campeón del mundo en 2018 fue homenajeado por la tribuna de los 'Ultras d'Auteuil', con un tifo con su efigie, una pancarta con el lema «Niño de la periferia parisina, te has convertido en una leyenda del PSG», cánticos y bengalas.

Un gesto apreciado por el máximo goleador de la historia del París Saint-Germain, que se había despedido en un vídeo a través de las redes sociales el pasado viernes, en el que no desveló su próximo destino, y se acercó al borde de las gradas para dar las gracias a los aficionados.

Pero, como prueba de la división de opiniones entre la hinchada local, unos minutos antes el nombre de Kylian Mbappé había sido pitado por otro sector de los ultras al anunciarse el once inicial.

Ya al término del partido y con gesto triste, el delantero fue a dar un abrazo al arquero costarricense Keylor Navas, el otro jugador del PSG que disputaba su último partido en el Parque de los Príncipes.

Como último consuelo, durante la ceremonia de entrega del trofeo, su nombre fue coreado con fuerza por el público, a invitación del 'speaker'. Mbappé apareció sonriente en el podio instalado en el centro del terreno de juego, entre otros compañeros como Achraf Hakimi y Ousmane Dembélé, antes de realizar todos el equipo una vuelta de honor.

«Normalmente los partidos que tienen celebración previa suelen acabar mal, esa es la experiencia que yo tengo, hoy hemos hecho el peor partido de la temporada», declaró el técnico del PSG Luis Enrique en la conferencia de prensa posterior al partido. «He visto el tifo que le ha hecho el fondo de los ultras, me ha parecido muy bonito, muy sentido, me alegro que haya sido así, los aficionados han estado como siempre, soberbios», agregó el entrenador español.

Pero el clima es también glacial entre la dirección del club y el astro francés, un clima instalado después de que Mbappé anunciase el pasado verano que no activaría la cláusula de renovación de su contrato. Por eso el club no organizó ningún homenaje oficial para su gran estrella.

El club prepara desde hace meses el después de la era Mbappé, ya que el jugador notificó su decisión definitiva en febrero. Y esta era conocida por todos a través de la prensa.

«Yo sólo puedo hablar maravillas de Kylian Mbappé. Entiendo y puedo comprender su decisión, son siete años aquí, es una leyenda del club, le deseo lo mejor en el futuro, todavía no ha dicho dónde va, aunque creemos que está claro, le deseo lo mejor», había declarado Luis Enrique la víspera, asegurando que el PSG «seguirá siendo grande, queremos ser todavía más grande».

Esta última temporada, más allá del suspense sobre su marcha, quedó marcada por las discretas actuaciones de Mbappé en la Champions League, especialmente en la vuelta de semifinales el martes en casa ante el Borussia Dortmund.

Mientras, el Real Madrid celebró este domingo su título de liga número 36 con un guiño del alcalde de la capital española José Luis Martínez-Almeida: «Quiero agradecer a Florentino el estadio del Bernabéu por la imagen que le va a dar la ciudad. Los niños al pasar sólo le decían 'Mbappé, Mbappé, Mbappé'. Y los niños siempre dicen la verdad».