Otro proyecto de Guardiola que se queda a medias

Pero su estrella pareció apagarse desde que decidió desvincularse del Barcelona. Optó por un año sabático y, sabiéndose la más bella del baile, se tomó su tiempo para escoger. Eligió a Bayern, el equipo más en forma de Europa, que avanzaba como una apisonadora de la mano de Jupp Heynckes. El club alemán anunció su fichaje el 16 de enero de 2016 con el objetivo de perfeccionar su juego y dotarle de vistosidad porque el equipo ganaba ese año la Bundesliga, la Copa y la Champions (vapuleó al Barça en semifinales con un global de 7-0). Y Guardiola dominó en Alemania pero fue incapaz de dar ese paso definitivo en el máximo torneo continental. Su declive ya quedó patente el primer año al caer eliminado ante el Real Madrid en semifinales de Champions, perdiendo por vez primera en el Bernabéu. Tras caer en Madrid (1-0) sufrió un duro correctivo en el Allianz Arena (0-4). Sus dos siguientes años no mejoró el desastre ni cumplió las expectativas. En la 2014-15 fue eliminado por el Barcelona en semifinales (5-3) y en la 2015-16 por el Atlético (2-2) en la misma ronda. Pep, que había sido dueño y señor en Liga y Copa en España veía pulverizado su plan ante tres equipos españoles.

A pesar de sus tropiezos en Europa con un equipo diseñado para marcar una época en el fútbol moderno, el crédito de Guardiola permanecía intacto por el sello que imprimía y su discurso de que no todo vale para ganar. El City le tentó poniendo todos los recursos a su disposición con un encargo, triunfar en Europa. Aceptó la propuesta británica y los petrodólares de los dueños del club (Abu Dabi United Group). Su faraónico proyecto se gestó con una inversión de 532 millones de euros en los dos primeros años (en total ha invertido 1.077 millones) que no le sirvieron para cumplir con el objetivo prioritario. Laporte (65), Stones (55,6), Walker (57,2), Moraes (40), Bernardo Silva (50), Gündogan (27), Mahrez (67,8), Cancelo (65), Rodrigo Hernández (62,7), Rubén Dias (68) y Nathan Aké (45,3) fueron algunos de los fichajes más destacados en sus cinco primeros años en Mánchester, que solo le alcanzaron para disputar una final (perdió ante el Chelsea) tras caer en octavos en octavos ante el Mónaco y en cuartos frente a Liverpool, Tottenham y Lyon.

El fichaje este año de Grealish, por el que se desembolsó 117,5 millones, y la eliminación ante el Madrid tras perder de nuevo en el Bernabéu confirman un nuevo tropiezo de Pep que podría agravarse si no gana una Premier amenazada por el Liverpool.