Jaime Mata, el goleador de una especie única

La explosión de Jaime Mata no sorprende a los que le conocen. «No ha cambiado, es el mismo jugador que conocí en Lérida cuando coincidimos en Segunda división B. Mantiene las cualidades que le hicieron triunfar en aquel equipo, un delantero que destacaba por su físico, un futbolista fuerte, potente, que siempre daba el máximo», explica Raúl Fuster a ABC . El defensa alicantino, ahora en el Ontinyent, coincidió con él en el curso 2013-14, pero recuerda perfectamente a su excompañero, del que resalta que «es tan buen goleador como persona». «Tenía mucha facilidad para finalizar bien las jugadas, no me sorprende para nada su éxito en el Getafe porque es muy trabajador e insistente», añade.

Jaime Mata no ha cambiado con los años y en el Getafe continúa siendo el mismo jugador bromista que conoció Ismael Gil cuando era portero en el filial del Rayo Vallecano . «Era una persona muy abierta que siempre estaba riéndose y gastando bromas, la verdad es que con él te lo pasabas muy bien, con esa voz ronca que le caracteriza», afirma a este periódico el ahora guardameta del Villanovense, en Segunda división B. «Ver que gente como él, que ha sido muy cercana a ti, que se puede considerar amigo aunque no te veas, está triunfando y disfrutando de la manera que lo está haciendo es una maravilla y me alegro muchísimo por él», añade.

El de Mata es el éxito de la humildad . Los del Pegaso, Rayo B, Socuéllamos y Lleida fueron algunos vestuarios antes de dar el salto al profesionalismo. Un ascenso que no extraña a sus excompañeros ni tampoco su espectacular irrupción en la máxima categoría. «No me sorprende la temporada que está haciendo porque ya las venía haciendo años atrás», asegura Ismael Gil , que destaca lo que más le llamaba la atención del delantero cuando le tenía enfrente durante los entrenamientos. «Le mandabas una lavadora y te la remataba, pero no era capaz de meterme ni un gol», afirma con humor.

«Se le veían muchas ganas, siempre se entrenaba a tope y competía muy bien todos los domingos», confirma también Raúl Fuster. Forjado en campos modestos, el ahora jugador del Getafe se ha ganado un hueco entre los mejores derribando puertas a base de goles. Lo hizo en Regional, Tercera división, Segunda B y cuatro temporadas en la categoría de plata con el Girona y el Real Valladolid. El pasado curso marcó 35 con los pucelanos (33 en la Liga y dos en la promoción de ascenso), lo que le permitió entrar en la historia de Segunda división porque nadie había acabado antes un campeonato luciendo esa cantidad.

Un curso brillante que facilitó su fichaje por el Getafe , con el que hace solo unos meses, el 18 de agosto de 2018 y ya con 29 años, debutó en el Santiago Bernabéu. Aquel día puso el broche a una historia de cuento, aunque no terminó de cerrar el círculo hasta la quinta jornada en Balaídos, estadio en el que experimentó la sensación de marcar su primer gol en la Liga. «Ha aprovechado sus cualidades y ha sabido adaptarse bien a la categoría», destaca Fuster. Pero la vida de Jaime Mata siempre ha sido el desafío de seguir creciendo y por delante tiene ahora dos retos excitantes: c onducir a su equipo a la Champions y convencer a Luis Enrique .