El sello de Cruyff

La situación es tan compleja que ya nadie sabe qué valor darle al primero de los partidos. Es jornada de Liga y como el torneo parece resuelto, escapadísimo el Barcelona porque los ocho puntos de ventaja con 21 por disputar son suficiente margen como para darle poca vida al milagro, se mira unos días más allá y aparece la final de Copa, el día 20 en Mestalla , dignificado un torneo que acostumbraba a ser secundario para los grandes. "Cosas peores se han visto en el deporte", repite Guardiola ante la posibilidad de que se absorba esa distancia en el torneo doméstico, y a él se suman en manada sus jugadores, tan interiorizado el discurso que activan el modo automático para responder. No se presumen días de titulares.

En la aprendida lección, florece el sello de Johan Cruyff, padre ideológico de la criatura y que será recordado por frases tan célebres como la de "salid y disfrutad" antes de la final de Wembley de 1992. Ahora Guardiola, alumno aventajada del gurúr holandés, le toma la palabra y en los pasillos del Donbass Arena de Donetsk todos la refrendaron.

"Hemos cumplido con las expectativas de la temporada. Ahora viene lo mejor, hay tres títulos en juego y es algo muy bonito. Hay que disfrutar de todo esto", resume Xavi. "Llegar a esta situación es muy complicado y hay que hacer las cosas muy bien para disfrutar de todo esto", añade Piqué. "Sí, hay que jugar y disfrutar", comparte Alves. Disfrutar, disfrutar y disfrutar, repetido el verbo hasta la extenuación en un intento de liberarse de nervios y presiones.

El planeta fútbol desvía su mirada desde ya a España porque no es común tantos Madrid-Barça juntos. "Deberían ser el mejor anuncio para el fútbol de nuestro país", remarca Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barcelona. El equipo de Guardiola no altera su rutina en absoluto porque el técnico quiere dar normalidad al asunto, aunque les cierra la boca porque las entrevistas están prohibidas hasta nueva orden.

Sin embargo, el jueves hay día libre tal y como ocurrió en la semana de las dos últimas visitas al Santiago Bernabéu (2-6 y 0-2) y ha programado el entrenamiento del viernes por la tarde, con lo que él hablará seguramente después de que José Mourinho lo haga . Además, a Valencia se viajará el mismo día del partido en avión porque nunca ha sido buen amigo de las concentraciones. "Mis jugadores se aburren", dijo en su día.

La intención del Barça es mantener la calma, medida cada intervención para que nada se saque de contexto ya que el ruido no les interesa, pues en ese terreno se expresa mejor Mourinho. "Tenemos un respeto enorme hacia un rival que tiene jugadores, club, talento, capacidad organizativa…", sostiene Zubizarreta.

" Me preocupa que seamos respetuosos con el fútbol , que seamos respetuosos con todas las emociones que el fútbol mueve. Hay que ser prudentes. Me es igual si ganamos o si no ganamos, lo que hay que hacer es digerir bien las celebraciones o las decepciones. No tiene que haber explosiones de alegría descontroladas. Hay que gestionar eso bien, que el fútbol sea una fiesta", incide.