El misterio de las finales de los años alternos

Ambas selecciones se tienen medido el pulso desde esa cita. Los italianos sufrieron en sus propias carnes —en su propia portería— «el falso 9» del que tanto se ha hablado durante el torneo. Cesc Fábregas justificó la titularidad que le otorgó Del Bosque con un gol ante Buffon. Los españoles también comprobaron que Italia sin Balotelli, también es mucha Italia. Di Natale adelantó a la «azurra» con un tanto en el minuto 60, en la primera posibilidad que tuvo en sus pies al saltar al campo.

El último partido de la Eurocopa contará con los mismos protagonistas que uno de los primeros encuentros de la fase de grupos, como ocurre cada ocho años desde 1988.

El azar quiso que Holanda y la Unión Soviética se cruzaran en el primer partido de la Eurocopa que disputaban en Alemania federal. Los soviéticos se llevaron los tres puntos al adelantarse en el marcador con un gol que los holandeses no consiguieron igualar. Días después, La Naranja Mecánica volvía a citarse con sus compañeros de grupo. Esta vez en el estadio de Munich, ante más de 70.000 espectadores, en la final. Holanda tomó la iniciativa a los 32 minutos, Ruud Gullit abrió la veda de los goles. Van Basten con un acrobático remate sentenció el torneo y sumó el segundo tanto para los holandeses, que por primera vez se coronaban campeones del continente.

Fue en la prórroga cuando Alemania sumaba su tercera Eurocopa en el estadio de Wembley (Londres). La selección germana y República Checa se habían encontrado en el primer partido que ambas disputaban en el torneo, donde los germanos se impusieron por dos goles. En la final Alemania no gozó de tanta facilidad. En la primera parte la igualdad fue protagonista en el terreno de juego, pero en el segundo tiempo el checo Patrik Berger marcó un gol de penalti que acercaba a los suyos hacia el título. Los alemanes reaccionaron y en el minuto 73 Oliver Bierhoff metió el tanto del empate. La prórroga solo tuvo primera parte, el gol de oro de Bierhoff en el minuto 95 colocaba a Alemania, 16 años después de su última victoria, el oro del fútbol europeo.

El estadio da Luz de Lisboa recibía en el último día de la Eurocopa a la selección anfitriona y a Grecia. Los helenos y Portugal fueron las primeras selecciones en debutar en el torneo, y los griegos los primeros en sumar una victoria al superar por 2 goles a 1 a los lusos. Durante la final la canción fue la misma, la superioridad griega mantuvo invicta la portería helena y Angelos Charisteas marcó en el minuto 57 el único gol del encuentro. Grecia se proclamó por primera y única vez campeona de Europa.

Ocho años después España e Italia se cruzan por segunda vez en una fase final de una Eurocopa. Se puede comparar palmarés, números acumulados o incluso el descanso de los futbolistas después de las semifinales, pero lo cierto es que echando un ojo al cruce más cercano entre ambas selecciones —el del 10 de junio de 2012 en Polonia— el 1-1 augura el final más imprevisible de una Eurocopa.