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Liga de Campeones

Una final para Dembélé

Xavi y el barcelonismo se entregan al talento del francés para ganar al Bayern y meterse en octavos de la Champions

Ousmane Dembélé, durante el partido ante el Betis ABC

Sergi Font

El Barcelona se juega esta noche su continuidad en la Champions League. En el peor escenario posible y ante un rival temible que se ha convertido en la auténtica bestia negra del equipo azulgrana en los últimos años. El Bayern de Múnich , clasificado matemáticamente como primero de grupo, solo comparece con el aliciente de lograr un pleno en la fase de grupos y alargar la racha de imbatibilidad europea en el Allianz Arena, donde no pierden en la liguilla inicial desde 2013. «Solo pensamos en hacer un buen partido y ganar», asegura Nagelsman , que tendrá la baja de varios jugadores importantes como Goretzka, Choupo-Moting, Sabitzer, Kimmich y Gnabry. Los alemanes le han marcado 14 goles al Barça en los últimos tres enfrentamientos .

Xavi Hernández se aferra a Ousmane Dembélé para tratar de lograr un triunfo que permita la continuidad del Barcelona en la máxima competición continental. La fe del técnico en el francés es ciega a pesar de que solo ha jugado tres ratos esta temporada (80 minutos repartidos entre el Benfica, el Villarreal y el Betis) . Suficiente para Xavi, que le considera el mejor jugador del mundo en su posición, necesario para darle sentido a su libreto futbolístico y que ve un atisbo de luz en las tres breves actuaciones de su extremo.

Es una ocasión de oro para que Dembélé justifique los elogios de Xavi y el empeño del club en renovarle a pesar de las numerosas lesiones que le han privado de la continuidad necesaria para triunfar tras el desembolso de 105 millones (más 30 en variables) hace cuatro años, durante los que ha estado más tiempo en la enfermería que sobre el terreno de juego. Los destellos que ha ofrecido en estos últimos tres encuentros insuflan cierta esperanza en doblegar al Bayern. «Es una ocasión única para hacer historia, ya que el Barça nunca ha ganado en Múnich. Ganar no sería un milagro, podemos ganar a cualquiera» , asegura Xavi, instalado en su mensaje optimista y contento por poder disponer ya de Dembélé, que jugará en el Allianz Arena su primer encuentro como titular esta temporada (se lesionó muscularmente en junio disputando con Francia la Eurocopa y ha estado cinco meses de baja). No llega a tiempo, en cambio, Ansu Fati , que se lesionó ante el Celta hace un mes y cuya participación podría provocar una recaída que todas las partes quieren evitar.

«Dembélé es un jugador importantísimo para nosotros que ya está al cien por cien . Nos ha ayudado mucho en los minutos que ha jugado. Yo lo veo feliz y ante el Bayern tiene que ser importante, pero no solo él. Tenemos que hacer un partido prácticamente perfecto para ganar en Múnich. Dependemos de Dembélé pero también de otros jugadores», aseguraba el preparador azulgrana antes del entrenamiento en el Allianz Arena. Aunque desde el Barcelona solo se contempla una victoria para evitar la eliminación, queda una esperanza remota: que el Benfica no gane al Dinamo de Kiev en Lisboa. Los portugueses están obligados a ganar a los ucranianos y esperar el tropiezo culé.

Debacle económica

Clasificarse para los octavos de final de la Champions es una obligación deportiva y una necesidad económica. El Barcelona, que tiene presupuestados los ingresos por alcanzar los cuartos de final (20,2 millones de euros) , debería ganar la Europa League, cuyos premios son muy inferiores, para no computar pérdidas. Un escenario que complicaría la grave situación financiera del club.

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