España derriba el muro iraquí
La selección acumula más récords, alcanza las semifinales, pero sufre ante un rival conjurado y con diez atrás
Con diez hombres por detrás del balón y una capacidad de resistencia extrema, el Irak del viejo sabio Bora Milutinovic bajó de las nubes a España, que ganó gracias un cabezazo de Villa pero esta vez no convenció. La selección está en semifinales, iguala el ... récord de 14 partidos consecutivos con victoria que presentaban Francia, Brasil y Australia, y está a uno de la plusmarca de 35 encuentros sin perder en poder de la «canarinha», pero jugó sin brillo. Quizá quedó abducida por la conjura previa de suníes, kurdos y chiíes, unidos gracias al fútbol.
Durante 54 minutos, los supervivientes iraquíes soñaron con un punto de ciencia ficción. Un campo en malas condiciones, el hecho de jugar a 1.500 metros sobre el nivel del mar y un adversario que construyó un muro en la «ciudad de las rosas» no sirven como excusas para el número uno del mundo, comparado con la Brasil del 70.
Preocupación española
El rostro de los españoles cuando se marchaban al descanso denotaba preocupación. No encontraban la fórmula de hincarle el diente a los iraquíes, un ejemplo de esfuerzo, disciplina y solidaridad con sus dos líneas de cinco y cuatro siempre juntas atrás, impenetrables. Renunció al ataque pero más no se le podía pedir a la novena selección de Asia, eliminada ya de la clasificación para el Mundial.
Del Bosque compuso un equipo para entrar por las bandas, pero la apuesta salió rana. Ni Cazorla, todavía lejos de forma, ni Mata, que disputaba su primer partido como titular, rompieron en ese primer período. Tampoco disfrutaron de la colaboración de Ramos y Capdevila cuando trazaron diagonales. Se perdió toque sin Cesc.
Tampoco Xavi se acercó a su mejor versión. Estuvo impreciso en los pases. Algo mejor Xabi Alonso, cada vez con más jerarquía en este equipo. Pero no halló los desmarques suficientes para ejecutar esos cambios de orientación.
El panorama mejoró en la reanudación. Nada extraordinario pero al menos se presionó más, se le metió otra marcha al partido. Mata entró más en juego y los laterales cumplieron mejor con su cometido. Villa avisó con un cabezazo poco antes de derribar la barrera iraquí. Centró al fin Capdevila y a la tercera atinó el «guaje».
Quedaba más de media hora por delante en la que España completó una faena de aliño y abundó en las rotaciones al entrar Silva, Güiza y Busquets. Se estiraron algo los iraquíes pero fueron incapaces de aproximarse al milagro.
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