Luis Enrique descubre al fin a Llorente

España necesita con urgencia recuperar el apego de su gente y hacer que semanas como la que viene, sin fútbol de clubes, merezcan la pena . El coronavirus obliga ahora a estar en casa a según que horas, pero casi nadie cambia un plan o una buena cena por un partido de la selección, y eso que ahora, al menos, hay rivales de cierta entidad gracias al invento de la Liga de las Naciones, competición que todavía no ha cuajado y de la que pocos saben explicar su funcionamiento. Para despistados, España juega estos días contra Holanda (el miércoles en Ámsterdam, amistoso), contra Suiza (el sábado en Basilea, Liga de las Naciones) y contra Alemania (martes 17 en Sevilla, también Liga de las Naciones). No es poca cosa.

El caso es que entra por fin en la rueda Marcos Llorente, premiado porque lleva tiempo haciéndolo muy bien en el Atlético de Madrid . No fue antes por lo que fuera (la verdad es que llamaba la atención) y hay quien vio una conspiración maquiavélica en eso, como si Luis Enrique se hubiera olvidado de los partidos del Metropolitano. En realidad, solo la no llamada de Llorente generaba cierto murmullo, pues ni el misterioso Saúl –¿qué le pasaba a este chico?– ni Koke estaban como para ser reclutados. De hecho, este último, del que se escribieron maravillas como heredero de Xavi, se ha pasado dos años sin desfilar por Las Rozas y ahora se le rescata para la causa, bien merecido lo tiene.

Llorente, chico ejemplar, tenaz y trabajador, profesional hasta cuando duerme –tiene una cama que cuesta un dineral, 35.000 euros–, ofrece alternativas a esta España multidisciplinar , pues es un futbolista muy versátil que ahora destaca como segunda punta, fiel soldado de Simeone. En cualquier caso, Llorente ya hacía goles en el Madrid, pero el problema es que no se veían, pues en los entrenamientos, cuentan desde Valdebebas, se hinchaba a marcar en los clásicos partidillos de porterías reducidas y era uno de los que mejor puntería tenía. Sin ser un ariete, bien le irán a esta España seca sus tantos. Y los de Morata, al que en Italia se le ha encendido la luz y vuelve a sonreír , veremos si le dura porque él siempre es feliz cuando cambia de aires. En la Juventus, ya se sabe, cumple un sueño, el mismo que en sus anteriores clubes.

Pero, volviendo al principio, Luis Enrique parece que ya tiene un plan. En sus tres convocatorias desde que regresó al cargo, 19 han estado siempre presentes , al menos en el momento de confeccionar la lista (luego, alguno ha saltado antes de la concentración por dolencias, coronavirus y demás historias). Eso significa que la confección de la plantilla está bastante avanzada, al menos con vistas a la Eurocopa. De Gea, Unai Simón y Kepa (pese a su deficitario curso, ahí sigue el meta del Chelsea) parecen ahora fijos; Reguilón, Gayà, Ramos, Pau Torres, Eric García y Navas asoman siempre en defensa; Rodri, Busquets, Mikel Merino, Fabián y Olmo son centrocampistas casi fijos; y a Adama Traoré, Ansu Fati, Gerard Moreno, Oyarzábal y Ferran Torres siempre los ha considerado. Si se tiene en cuenta que Carvajal, Thiago, Rodrigo y Diego Llorente también estarían en situaciones normales, la cosa parece más o menos clara. Ya solo falta que el equipo funcione y recupere el prestigio perdido.