real madrid
El Madrid golea 1-5 en su primer partido de la gira americana
Di María, asistencia y gol, fue la estrella en la goleada blanca ante Los Ángeles Galaxy
RUBÉN CAÑIZARES
A la espera de Modric y, quién sabe, de Maicon, Mourinho y Florentino (presente ayer en el palco del The Home Depot Center) pueden estar muy tranquilos. El Madrid ya ha «fichado» un crack. Es un ángel caído del cielo. Y se apellida Di María. ... El «puñal» argentino, que estuvo lesionado varios meses la pasada temporada, está de vuelta. Y, sobre todo, está que se sale. Bien lo sabe Mourinho, un «enamorado» del «Fideo», que a buen seguro pensaba en el banquillo mientras veía el partidazo de su pupilo qué hubiera pasado en la eliminatoria contra el Bayern de Múnich si Di María hubiese estado al cien por cien. Pero eso es otra historia. Y, además, ya no tiene remedio.
El Madrid derrotó esta madrugada a unos cándidos Ángeles Galaxy por 1-5 en el que ha sido el partido más serio hasta la fecha de la pretemporada blanca. El inicio de la Liga y la Supercopa ante el Barça están a la vuelta de la esquina y el Benfica ya avisó que bromas, las justas . Por eso, el conjunto blanco salió en tromba y en sólo diez minutos ya mandaba 0-2 en el marcador gracias a dos golazos.
El primero, del «Pipa» Higuaín, al minuto y medio, tras una maravillosa asistencia de Di María, que con un preciso pase superó a tres rivales (caño incluido) para dejar al «Pipa» sólo ante Saunders, al que batió de un chut raso al palo largo. El segundo, en el minuto diez, lo marcó el propio Di María. Clásico tanto del argentino, tras un potente chut al palo corto desde la zona izquierda del balcón del área. El «Fideo» fue una pesadilla para los americanos durante todo el primer tiempo . De sus botas nacieron jugadas y asistencias de todos los colores que desnudó la adelantada defensa de los de Bruce Arena.
A partir de ahí, el equipo merengue decidió bajar el pistón y comenzó a sestear peligrosamente. Como si quisieran disfrutar de la maravillosa puesta de sol de la ciudad angelina que ofrecía la realización. De ello se aprovechó Los Galaxy que jugó sus mejores minutos, comandados por un Beckham por el que parece no pasar los años.
El inglés deleitó a su afición con sus míticas «bananas» que tanta gloria le han dado en su carrera. De una de ellas, sacada de falta, marcó el 1-2 el equipo angelino, obra de Júnior Lopes, en el minuto 23. Parece que, de momento, el mal endémico del Madrid, las jugadas a balón parado, sigue estando latente.
El bajón de los de Mou fue un espejismo. El gol en contra reactivó el orgullo blanco que tuvo en las botas de Kaká, primero, e Higuaín, después, la posibilidad de aumentar el marcador. Sería Callejón en el 35’ , con un certero disparo con la izquierda, tras pase de Higuaín, quién pusiera el tercero en el casillero blanco. Eso sí, antes del descanso, para ser fieles a las costumbres, Casillas hizo de santo con el paradón de turno. Fue a un remate a bocajarro de Keane tras un centro medido de Beckham.
La cantera al poder
La segunda parte comenzó con un once totalmente distinto al de la primera mitad. Ventajas de una súper plantilla. Ronaldo, Ozil o Benzema, entre otros, debutaban tras el periplo vacacional. Pero sería el «novato» de la clase, el joven Morata , el que a los cuatro minutos de la reanudación marcaría el cuarto del partido. El canterano, tras una magistral asistencia de Granero, definió a la perfección en el mano a mano con Saunders.
Quedaba toda la segunda parte por delante y muchas ganas en las estrellas blancas de deslumbrar en su debut. Ronaldo y Benzema disfrutaron de múltiples ocasiones de gol, una de ellas, una chilena del luso , que dejó boquiabierto a los casi 30.000 espectadores que se frotaban los ojos con la genial pirueta del portugués. Pero sería otro canterano, Jesé, el que cerrara la manita. El extremo canario sustituyó a Morata y en apenas quince minutos reivindicó la categoría que atesora con un tanto y varias jugadas de categoría.
Sensaciones positivas
«Mis segundas temporadas son siempre las mejores» ¿Les suena? Sí, han acertado. Es la frase más conocida de José Mourinho (con permiso de su famoso «¿por qué?»). Lo que no sabemos, aún, es lo que opina el luso acerca de sus terceras campañas en los clubes que dirige, pero si tenemos en cuenta lo visto anoche en su primer partido de la gira americana, el éxito del proyecto desprende buen aroma. Quizás con olor a Décima. O no. El tiempo lo dirá. Lo que está claro, es que tras Copa y Liga, sin duda, es el gran reto del «Mou Team» versión 3.0 .
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