Mourinho busca sentenciar la Premier en el regreso de Lampard a Stamford Bridge

La superioridad que los de Mourinho están demostrando este año en Premier League lleva a pensar que su gran rival son ellos mismos y la presión por gestionar el éxito. A mediados de septiembre, City y Chelsea ya se enfrentaron con este mismo panorama. Cinco puntos de ventaja para el Chelsea y la posibilidad de distanciar a ocho a su gran rival. Lo de hoy es un auténtico «Deja vu».

Lo tuvieron en la mano, pero un gol de Frank Lampard cerca del final del partido hizo el empate . Los aficionados del Chelsea que se desplazaron en aquella ocasión hasta Manchester le dedicaron una emotiva ovación al finalizar el partido. Lampard se acercó a ellos devolviendo los aplausos, porque no sabía muy bien dónde meterse tras anotar el gol más triste de su vida. El único que no quiso anotar. Ese es el otro gran aliciente del duelo, el regreso del eterno capitán del Chelsea a Stamford Bridge, pero esta vez como rival.

El Chelsea llega líder, con cinco puntos de ventaja sobre el City, y con un dominio que pocos equipos han demostrado en Europa. Si bien los dos últimos meses han quebrado una sensación de invulnerabilidad que en los primeros meses de competición parecía inalcanzable.

El City acude con más urgencias. Una derrota dejaría a los de Pellegrini a ocho puntos en la clasificación, y tendrían que empezar a estar más pendientes del retrovisor, ya que Southampon y United se acercarían a dos y cuatro puntos en caso de ganar sus enfrentamientos de este fin de semana. Los «skyblues» vienen de ser eliminados en la FA Cup por el Middlesbrough de Aitor Karanka , por lo que una derrota significaría decir adiós a dos títulos en tan solo una semana. Demasiadas urgencias para un equipo que ve llegar en pocos días la eliminatoria de Champions League contra el Barça. Cuatro días malos y el City se puede encontrar en el mes de febrero de brazos cruzados y pensando ya en la temporada que viene.

Por su parte el Chelsea viene en mitad de un momento agitado. Sensaciones agridulces. La ventaja en la tabla sobre su rival y la posibilidad de agarrar con una mano el título es la parte positiva. Pero las cosas buenas se acaban ahí. Y empiezan las dudas. La primera será ver cómo afronta el equipo el partido sin Diego Costa, que ayer fue sancionado por la Federación inglesa con tres partidos . La sanción por «conducta violenta» deviene del pisotón que el jugador dio a Emre Can en las semifinales de la Capital One contra el Liverpool.

Los de Mourinho se clasificaron en ese partido para la final. Indudablemente una buena noticia, pero de cara al choque de este sábado habrá que ver como se recupera el equipo de un partido tremendamente intenso en el que llegaron a la prórroga. Como si a la semana le faltasen hitos, el técnico portugués ha recibido estos días una sanción de 34.000 euros por asegurar que existe una campaña contra el Chelsea.

Diego Costa no es la única víctima del choque contra el Liverpool, pues Filipe Luis y Cesc Fábregas tuvieron que ser sustituidos por lesión. Lo del español, tras un choque con su compañero John Terry, puede ser una baja vital si finalmente se confirma. La conexión Fábregas-Costa es una de las más poderosas de todo el continente y el principal canal ofensivo de los de Mourinho. Sin ellos, prácticamente toda la responsabilidad recaería en Hazard y el City podría condicionar su estructura para aislar al belga.

Además, al igual que el City, el Chelsea también llega tras haber sido eliminado en la FA Cup el fin de semana pasado. La derrota ante el modesto Bradford (2-4) dejó un sentimiento sombrío en Stamford Bridge. Era la primera vez en su carrera que Mourinho recibía cuatro goles a domicilio. Las dudas que sembró esa derrota van más allá de un partido, ya que hoy jugarán tantos titulares como las lesiones y las sanciones permitan. Y es el gran bajón que se percibe entre los titulares y la segunda unidad del equipo. Más que sin Costa, Hazard o Fábregas ese bajón de nivel se ejemplifica como nunca cuando no juega Nemanja Matic . El serbio es en estos momentos uno de los mejores centrocampistas del mundo, y el porcentaje de victorias del Chelsea se reduce notablemente cuando no está disponible.

Todo esto preocupa en Londres, como también el bajón en el rendimiento de Cahill en el eje de la zaga. El partido contra el Liverpool ha dejado muchas heridas. La más grande fue la constatación de que los de Rodgers lograron anular al Chelsea en muchos tramos del partido. Con el esquema que planteó Rodgers de dos mediapuntas hizo mucho daño a la espalda de los centrocampistas y generó muchos momentos de superioridad.

La gran incertidumbre sería ver cómo responde el Chelsea ante una derrota que supondría volver a perder gran parte de la ventaja conseguida. Esa presión convierte el partido en vital para el Chelsea, aunque las matemáticas apuntan a que es el City el que más se juega. Una auténtica final que para los de Pellegrini adquiere tintes épicos: ganar o morir. El desenlace aliviará el camino del Chelsea hacia el título o convertirá los últimos meses en un polvorín. Y todo ello, con Lampard de involuntario protagonista. El gran capitán vuelve a su casa. Con otra camiseta.