Sainz, colosal, firma otra excelsa pole y desquicia a Verstappen

De momento, Carlos ya ha conseguido inyectar serias dudas en el equipo austriaco y en su líder, Max Verstappen. El bicampeón del mundo protagonizó la sorpresa del año al caer eliminado en la Q2, segunda de las tres tandas de clasificación. Agobiado por los problemas mecánicos de su coche durante todo el fin de semana, Max ni siquiera tuvo ocasión de luchar por la pole.

La poblada clase media de la parrilla ya mira a los ojos a la que era intocable escudería energética. Estando todavía lejos, le pone las cosas difíciles cuando se dan circunstancias propicias como las de Singapur. Así, en un circuito urbano como el de Marina Bay, Ferrari y Sainz encontraron la fórmula ideal para plantar cara.

Fernando Alonso saldrá séptimo. Aston Martin, otrora cabecilla de esa clase media, ha empequeñecido ante la mejoría considerable del resto de equipos, especialmente Mercedes y McLaren. No obstante, el asturiano tiró de manos, se coló en la Q3 –es el único de los componentes de la parrilla que lo ha logrado en todos los grandes premios- y exprimió hasta donde pudo su bólido.

La Q1, primera fase de la clasificación, estuvo marcada por el brutal accidente de Stroll. Por suerte, el compañero de Alonso resultó ileso. La sesión estuvo detenida varios minutos, y cuando arrancó la Q2 llegó lo inesperado. Los Red Bull no han ido bien desde el viernes, pero nadie esperaba que Lawson, un debutante, eliminara a Verstappen en el último segundo.

La Q3 definitiva fue una batalla a tres bandas y a la milésima entre los dos compañeros de Ferrari y Russell, otro piloto excepcional que amenaza con comerse al mismísimo Lewis Hamilton, su pareja en Mercedes. El joven inglés, Sainz y Leclerc se jugaron la pole en una última vuelta al límite.

Ganó Carlos. Simplemente porque se lo mereció. Ha adquirido madurez y confianza enormes en el mejor momento. En cuanto Ferrari le ha dado lo que pedía, Sainz ha respondido con un pilotaje impecable y valiente. Una conducción perfecta que ha conseguido hacer temblar, aunque solo sea momentáneamente, al mismísimo Verstappen, pendiente además de tres investigaciones por actuaciones cuanto menos dudosas.