ciclismo
Movistar toca el cielo con Van Vleuten: Tour, Vuelta, Giro y el oro del Mundial
mundial femenino de ruta
La holandesa gana el campeonato del mundo con el codo astillado después de su tremenda caída en la contrarreloj mixta
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Iniciar sesiónNi Eddy Merckx, el más grande entre los grandes, logró semejante hazaña en el ciclismo. Annemiek van Vleuten ha sellado una gesta única, lo que ningún hombre ha conseguido. El triunfo en la misma temporada en el Tour, la Vuelta, el Giro y el Mundial. ... De madrugada en España y lluviosa tarde en Australia, la holandesa que defiende los colores del Movistar ha tocado el cielo con las manos: el oro del Mundial, maillot arco iris después de una carrera para la que no estaba llamada. Compitió con una fisura en el codo después de su tremenda caída en la contrarreloj mixta.
«Es una de las deportistas más competitivas y ambiciosas que conozco», así la retrata Sebastián Unzué, el hijo del mánager del Movistar quien convive con la neerlandesa a diario, pues es el responsable del equipo femenino en el que Van Vleuten ha registrado la parte final de su carrera deportiva.
Convertida desde hace años en la mejor ciclista del mundo, Van Vleuten (que tiene 39 años) se ha alzado este año con el Giro de Italia, el Tour de Francia y la Vuelta a España femeninas antes de desembarcar en Australia. Ya era de por sí mismo un asombro tal sucesión de éxitos, pero en Wollongong se ha superado a sí misma.
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«No puedo esprintar ni hacer fuerza con los brazos al ponerme de pie», había explicado la neerlandesa antes de la carrera, consecuencia de la explosión de la rueda delantera que le golpeó contra el suelo en la prueba mixta de contrarreloj.
Y dio la sensación que en efecto no podía, porque durante las últimas tres vueltas la ciclista del Movistar se descolgó cada vez que se aceleró la carrera en la cuesta de Mont Pleasent, la cima que separaba la paja del grano en el recorrido.
Al impulso de la alemana Lippert o de la polaca Niewiadova, el grupo se rompía y Van Vleuten sufría. Por dos veces se formó una lanzadera con cinco ciclistas superiores en la rampa Lippert, Moolman, Ludwig, Niewiadova y Longo Borghini. En esas circunstancias, Van Vleuten se dedicó a trabajar para su compatriota Marianne Vos.
Sucedió que ni las cinco se entendieron en cabeza ni fueron generosas para armar una escapada definitiva y el pelotón de favoritas las redujo por detrás. Con la meta a la vista, salió la inteligencia táctica de Van Vleuten, quien atacó a menos de un kilómetro para despedirse y celebrar un oro arco íris, que es el último sello de su fantástica temporada.
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