Enric Mas reencuentra la inspiración

Enric Mas regresó del Tour paralizado. Un abandono por Covid cuando era undécimo sin entusiasmo, el pánico que confesó a las bajadas de los puertos y la desconfianza hacia una recuperación en la Vuelta.

Un bloqueo mental absoluto que refrendaba su tendencia a la fatalidad después de las caídas en la Tirreno, el País Vasco y la Dauphiné. Tres retiradas que han tenido efecto en el futuro del Movistar, ahogado ahora por los puntos y la amenaza del descenso cuando contaba con tres clasificaciones potentes de Enric Mas en esas carreras.

Con cierta propensión al pesimismo, el balear ha recurrido a los especialistas. Después del Tour aparcó la bicicleta, se puso en manos de un psicólogo y recuperó las enseñanzas que le transmitió un especialista en descensos del mountain bike, Óscar Saiz, que también ha colaborado con Roglic y Pinot.

«Siento que he cambiado el chip -relata el mallorquín, tercero en la Vuelta a 2 minutos y 1 segundo de Evenepoel-. Me han ayudado profesionales y el equipo. Vivía una situación difícil y he conseguido hacer un reset».

Las recomendaciones de los especialistas se aprecian en sus comparecencias ante la prensa. Mas esquiva los mensajes puntiagudos y recupera episodios positivos de su pasado. «No creo que sea mi momento más feliz. El Tour del 20 se me dio muy bien, el año pasado en la Vuelta también se sentí cómodo. Tal vez ahora pueda ser un buen momento para todo».

Por su condición de heredero en el liderazgo de un equipo que ha contado con Perico Delgado, Induráin, Chava Jiménez, Olano, Zulle, 'Purito' o Valverde, el discreto y silencioso Enric Mas está en la primera línea. En Vitoria fue increpado por un presunto aficionado que lo llamó «paquete» e «hijo de puta». La reacción del ciclista fue la réplica sin miramientos. «¿Quieres que te suelte una hostia?».

Desde ese día el corredor parece liberado de tensiones y más dispuestos a la charla con los medios, sin el estrés ambiental de otras veces. «Tengo más confianza y cuando esto sucede es más normal que puedan llegar las victorias. Siento que la confianza va a más y espero que lleguen los triunfos».

El Movistar transita esta temporada del liderazgo contagioso y ocurrente de Alejandro Valverde al espacio introvertido y poco comunicativo de Enric Mas. En el anterior día de descanso, el corredor afirmó su deseo de volar, de jugar a todo o nada en la Vuelta, en la que ha sido dos veces segundo. Le frena la carencia de puntos del Movistar, que si consigue colocar al balear en el podio podría superar a BikeExchange, Education First, Cofidis y Arkea en la clasificación mundial y librarse del descenso.

Enric Mas sale como puede de ese embrollo entre su ambición personal y la necesidad del equipo. «Lo mejor es ir día a día. Entre los corredores no hablamos del tema de los puntos, nos centramos en hacer una buena Vuelta. Y yo quiero hacer podio o ganar. Solo se me pasa por la cabeza escalar posiciones». Mas reencuentra la inspiración.