Ciclismo
Healy firma una obra maestra y Roglic le pone picante al Giro
Sobrada victoria del irlandés en la octava etapa; el esloveno renace y le mete quince segundos a Evenepoel con un épico ataque final
Así queda la general del Giro de Italia
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónTras ocho jornadas, despega el Giro, saca las garras la prueba italiana y prende la mecha de la batalla. Tocó aplaudir a Ben Healy, que se llevó la victoria con una actuación dictatorial, y a Primoz Roglic, que tras su hibernación decidió ... meterle un buen susto a Remco Evenepoel, que aguantó como pudo un épico ataque final del balcánico en pleno ascenso al Capuccini. Parece que lo mejor está por llegar.
Verdes praderas y exigentes subidas escribieron el argumento de la octava etapa del Giro de Italia, 207 kilómetros de pura naturaleza entre Terni y Fossombrone, justo en medio de la bota. Un paisaje precioso que debió provocarle un dèjá vu al irlandés Ben Healy, criado en la campiña inglesa, y que se sintió como en casa durante toda la jornada, espléndido el ciclista de Education First. Con solo 22 años y su anómala melena castaña, con un ataque fantasmagórico, Healy se descolgó desde muy pronto.
Una alegría total para el patrón Alberto Contador
José Carlos CarabiasDavide Bais, ciclista del equipo propiedad del campeón español, se impone en la primera gran cima del Giro
Bravo, seguro de sí mismo y casi disfrutando de su superioridad, el irlandés escribió un monólogo perfecto, una obra maestra de cabo a rabo en la que él fue el único protagonista. Lo intentó amenazar un segundo grupo, entre el que estaba el español Carlos Verona (Movistar), pero su superioridad fue incontestable. Corrió solo y llegó solo a la línea de meta, premio para un ciclista todoterreno, una joven promesa más para el pelotón que, por encima de todo, ama su trabajo (en la última París-Roubaix acudió como aguador de sus compañeros solo porque quería ver «una clásica desde detrás de las vallas»).
Renace Roglic
Sin embargo, la batalla estaba kilómetros atrás. En el último tramo de la etapa, el avispero de Jumbo comenzó a agitarse. Movimientos taimados y corales que tenían una sola misión: propulsar a Primoz Roglic. El esloveno, que había tenido un inicio de Giro decepcionante, desganado el balcánico hasta hoy, dio un ramalazo de campeón en el doble ascenso al Capuccini.
Comenzó a volar el triple campeón de la Vuelta a España y Evenepoel, con el que mantiene una rivalidad espectacular esta temporada, hizo lo que pudo. Las piernas de Roglic son de época y pese a que le saca una década de primaveras al belga, fue cazador y no presa. Evenepoel aguantó el envite para que la sangría no fuese imparable y luego dejó que Roglic, simplemente, disfrutase. Al balcánico solo le siguieron Geraint Thomas y Damiano Caruso, ambos de Ineos y, tras cruzar la línea de meta, hubo premio para su valentía. Le metió quince segundos a su archienemigo en la general.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete