Baloncesto
La positividad de Chus Mateo, el técnico que no perdió la fe cuando pocos creían en él
Final Four
La paciencia del entreandor rehace a tiempo al Madrid, que este domingo se juega la Euroliga ante el Olympiacos
El Madrid devuelve al Barcelona al vacío
Chus Mateo, en el partido de semifinales ante el Barcelona
Este Real Madrid es mucho más que escudo, épica y ADN ganador. Es especial, ahora se le abraza con entusiasmo, pues el proyecto de Chus Mateo, que nació muerto el pasado verano tras la peliaguda marcha de Pablo Laso, ha conseguido revivir, ... aprender y madurar mientras atravesaba todo tipo de adversidades. Como la vida misma. Y de tanto aguantar puñetazos en el estómago, el grupo se hizo impenetrable como un búnker, presentó ofrenda a los dioses e inició el aquelarre, un pacto con el diablo que le ha llevado a estar a una sola victoria de ganar la Euroliga.
Se enfrentan los blancos por el título al Olympiacos (20.00 horas, DAZN), siendo los griegos los grandes favoritos tras el histórico naufragio del Barcelona. Sin embargo, tras sus hazañas en Belgrado y ante los azulgranas, son los blancos el terror personificado, pues se los ha intentado tumbar de todas las maneras posibles y nadie ha conseguido dar con la clave para hacerlo.
Los veteranos, el paso adelante de hombres como Hezonja y Williams-Goss, el dictatorial baloncesto de Tavares… son varias las claves que explican el éxito del Real Madrid en esta Euroliga pero, sobre todo, es el perfil de Chus Mateo el que más reluce estos días en Kaunas, un hombre de baloncesto, tranquilo y muy positivo que nunca se desvió de la senda pese a la montaña de críticas que acecharon al madrileño durante buena parte de la temporada, algunas justificadas y otras no tanto.
Se pasea orgulloso Mateo por las entrañas del Zalgiris Arena, pero sin rencor, sin pasar facturas, echándole flores a sus pupilos y con el rostro serio del que sabe que está a un solo partido de entrar de lleno en la historia del Real Madrid. «Cuando empezamos la serie ante el Partizan estábamos a cinco victorias del título y con 0-2 seguíamos a cinco victorias. Nos centramos en eso. Cuando las cosas estaban muy mal seguimos pensando que podíamos remontar y lo hicimos. Ha sido un camino muy complicado, en el que ha habido lesiones, problemas y malos momentos durante la temporada, pero estamos en la final. Ha sido la temporada más dura de la historia reciente de la Euroliga y tenemos que soñar. Es un orgullo haber llegado hasta aquí y no vamos a parar», reconocía el técnico en la rueda de prensa previa a la gran final de este domingo.
Incluso tuvo tiempo para acordarse de su mentor y predecesor en el cargo. «Pablo Laso nos mostró el camino». Tavares, que parecía su guardaespaldas, también le quiso dar valor al trabajo de su maestro. «Estar en la final de la Euroliga es un objetivo muy importante y ha sido difícil llegar hasta aquí, con un nuevo entrenador que nos ha ayudado mucho y un equipo que ha aguantado, que ha luchado todos a una», comentaba el caboverdiano, que hoy se las verá con Moustapha Fall, un pívot de su talla (el francés solo mide tres centímetros menos que el africano).
El ogro griego
No lo tendrá fácil el Real Madrid en cualquier caso pues, como afirmó el técnico ante los micrófonos, se enfrentará a «una máquina de hacer baloncesto». El Olympiacos, desde que cogió sus riendas Georgios Bartzokas hace dos temporadas, se ha convertido en un proyecto de lo más ambicioso, renacido tras jugar dos temporadas en la segunda división griega por un descenso administrativo (2019-2021). Año tras año, fueron añadiendo jugadores de calidad incuestionable (Papanikolaou, Walkup, Canaan, Sloukas, Fall) y tras quedarse con la miel en los labios en la Final Four de Belgrado hace un año (un triple de Micic los mandó a casa en la última jugada de las semifinales), este domingo jugarán su primera final en cinco años. Para colmo, los helenos se sentirán como en casa pues, un año más, la movilización de los hinchas de El Pireo ha sido masiva, abarrotadas las calles de Kaunas por más de 5.000 aficionados del Olympiacos.
Un panorama que no suena especialmente apetecible para el Madrid, pero tras sobrevivir a tantas tormentas, parece que no hay ola que pueda hundir al barco capitaneado por Chus Mateo, una nave tranquila, resistente y que ansía rematar su espectacular odisea con una victoria histórica, la undécima Copa de Europa.