Baloncesto
Luka Doncic, un monstruo en Málaga
La selección se mide hoy al astro esloveno tras la marcha de Ricky Rubio
Vuelven los Hernangómez
El entrenamiento de Eslovenia en el Martín Carpena de Málaga acaba como lo haría un partido ajustado. No hay jugadas ni pizarra. Balón para el monstruo Luka Doncic. Sus compañeros hacen un aclarado mientras el base mueve el balón de mano a mano con ... una elegancia que congela la vista. Todos los presentes, la mayoría prensa balcánica, sacan los móviles porque rara vez se ve un unicornio sobre una cancha de baloncesto. Paso atrás y triple con el defensor encima, su movimiento clásico. Esta vez, el resultado no es el esperado. El balón se convierte en piedra al impactar con contundencia contra el tablero. Doncic, ligeramente decepcionado, se gira y realiza una mueca de insatisfacción. Tras una increíble sesión de tiro (anota 17 de 20 lanzamientos de larga distancia) se retira al banquillo mientras que el resto de eslovenos finalizan la práctica.
Ya en chanclas, habla con algunos miembros del cuerpo técnico, sale para gritar «Eslovenia» junto al resto de jugadores y luego recibe una charla individual del seleccionador Aleksander Sekulic. A Luka parece gustarle lo que escucha, porque asiente con serenidad. Risas y al vestuario. Así es Luka Doncic en distancias cortas, uno de los mejores jugadores del mundo que, esta noche (21.30 horas, TVE) mide a la selección española en el primer partido del torneo centenario de la Federación Española de Baloncesto.
No ha escatimado en gastos Jorge Garbajosa y su equipo y para celebrar los 100 años de la FEB, ha traído a Málaga a lo mejor de lo mejor. Pese a que el partido del domingo ante Estados Unidos atrae todas las miradas, es Doncic la gran atracción de este triangular. El esloveno vuelve a la selección tras una decepcionante temporada NBA (en lo colectivo, porque en lo individual volvió a rozar el sobresaliente con 32,4 puntos por partido) y se convierte en la primera prueba de altura para España, que necesita ver cómo están los ánimos tras el paso al lado de Ricky Rubio para cuidar su salud mental.
«Parar a Doncic no es una cuestión individual, es una misión colectiva», reconoce Joel Parra, jugador de la selección y brillante nuevo jugador del Barcelona, cuando ABC le pregunta por cómo se detiene a un jugador de la categoría del balcánico. No es la primera vez que España sufre sus picotadas. En el Eurobasket de 2017, el combinado nacional fue aplastado por Eslovenia en las semifinales (72-92). Luka anotó 11 puntos y, por aquel entonces en el papel de escudero de Goran Dragic (sólo tenía 19 años), llevó a Eslovenia a proclamarse rey de Europa pese a ser un país de poco más de dos millones de habitantes. Primer aviso que se convirtió en peligro real en los Juegos Olímpicos de Tokio, en 2021.
España necesitaba una victoria para evitar a los Estados Unidos hasta la final, pero un tremendo partido del base (12 puntos, 14 rebotes y 9 asistencias) mandaron a la selección por la carretera sinuosa, y fue aplastada por los norteamericanos en los cuartos de final. Hoy es un amistoso, pero toda una prueba de cara al Mundial, en el que sus caminos podrían volver a cruzarse en la búsqueda de las medallas.
Ganas de revancha
Si en Málaga el ambiente festivo manda, ansiosa la ciudad de dar el pistoletazo de salida a su prestigiosa Feria y de ver baloncesto del bueno, Doncic rompe esa sonrisa. «Decepcioné a toda Eslovenia, fue culpa mía», reconoció recientemente en una rueda de prensa. Se refiere Doncic al pasado Eurobasket, un torneo en el que lideró a su país con maestría (47 puntos ante Francia, por ejemplo) hasta que los balcánicos se estrellaron en los cuartos ante Polonia, una selección muy inferior en cuanto a talento.
Una herida que aún sangra en las entrañas del astro y que le obliga a volver siempre con su selección, una decisión poco habitual en otras estrellas de la NBA. «Ha sido un verano largo, pero estoy muy feliz de estar otra vez en marcha. No he jugado desde abril, estoy ansioso. El objetivo es siempre el mismo. Cuando voy a un campeonato, lo que quiero es ganarlo». Prepárese Málaga, un monstruo anda suelto.
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